Tras la victoria de 4-0 del Real Madrid ante el Bayern Múnich, el asistente técnico del equipo merengue Zinedine Zidane expuso que la escuadra española hizo un “partidazo”, pero recordó que aún falta lo más difícil.

 

El reto para los madrileño será la gran final de la Champions  que jugarán contra quien resulte ganador del encuentro del Chelsea de Inglaterra y el Atlético de Madrid.

 

La figura emblemática del futbol francés reconoció que en Munich siempre ha sido difícil jugar, “pero yo creo que con los jugadores que tenemos y las ganas que han puesto en campo bueno, pues es lo que hay”.

 

“Ahora hay que descansar, nos queda un poquito de Liga, a ver lo que pasa y luego, a meter todo en la final, porque sabemos que de todas formas no hemos ganado nada todavía, nos queda la final”.