Las tres principales fuerzas políticas representadas en el Senado –PRI, PAN y PRD- reinstalaron la mesa de negociación para avanzar en la aprobación de una legislación secundaria que defina la reforma político-electoral, en la cual participan Felipe Solís Acero, subsecretario de enlace Legislativo de la Secretaría de Gobernación, y Humberto Castillejos, consejero jurídico del Gobierno federal.
Luego de las diferencias entre bancadas, que bloquearon durante el fin de semana la continuidad de los trabajos legislativos, senadores integrantes de las comisiones dictaminadoras acordaron que serán analizadas todas las propuestas de los distintos grupos parlamentarios en la materia, para después incluirlas en un proyecto de dictamen con miras a aprobarlo antes del 30 de abril, plazo que los líderes del Congreso concertaron respetar.
No obstante la reanudación del dialogo, a tan sólo dos días de concluir el actual periodo de sesiones, los senadores integrantes de las Comisiones de Puntos Constitucionales, Gobernación, Reforma del Estado, Justicia y la de Prácticas Parlamentarias, no han logrado integrar en un solo proyecto el cúmulo de iniciativas por las que se propone regular a las instituciones y procedimientos electorales.
En este contexto, el coordinador del PRI, Emilio Gamboa Patrón, sostuvo que aunque la intención es aprobar la legislación secundaria en este periodo, los senadores encargados de reunir en un dictamen las propuestas no serán sujetos a presión.
“Vamos a dejar que los senadores se tomen el tiempo que sea necesario. No habrá fast-track, no habrá presiones de ningún tipo. Vamos a dejar que trabajen con plena libertad y con el tiempo que ellos requieran”, dijo.
Acuerdos, no fechas
Por su parte, el coordinador del PAN, Jorge Luis Preciado, quien refrendó la voluntad de todos los partidos de definir este tema, advirtió que serán los acuerdos y no las fechas, los factores que determinarán la aprobación de los ordenamientos relativos a la reforma electoral.
“Todo depende de los acuerdos. Decir que se va a resolver en tal o cual fecha, es meter presión a los legisladores. En cuanto tengamos los acuerdos podremos avanzar al siguiente paso, que sería su dictaminación y aprobación en Pleno. Mientras no haya acuerdos, obviamente la situación va a seguir de esa forma. Queremos buenas leyes, las queremos rápido pero primero las queremos bien”.
En conferencia conjunta con sus homólogos, el coordinador perredista, Miguel Barbosa Huerta, expresó su confianza en que prevalezca la voluntad política para aprobar estos ordenamientos antes del 30 de abril.
“Para nosotros este tiene que ser un tema que se resuelva al 30, para cumplir los acuerdos que asumimos con los diputados, de que ellos necesitan tener la minuta antes de que se cierre el periodo, pero vamos a ver cómo comienzan a darse los tiempos acá en el Senado”, manifestó.
Fracasa reforma política
Previamente, Barbosa Huerta advirtió que de vencerse los plazos para la aprobación de la legislación secundaria en materia político electoral, no sólo se pondrán en riesgo los procesos electorales de 2015, sino también se daría paso al rotundo fracaso de la reforma constitucional, aprobada por el Congreso en diciembre del año pasado.
El líder parlamentario reconoció que “el atorón legislativo” podría llevar este asunto a un periodo extraordinario, panorama que no descartaron más adelante los coordinadores del PRI y del PAN en la Cámara alta.
Lo ideal, explicó el senador perredista, es que el Congreso logre definir este marco jurídico en mayo, pues el 30 de junio es el plazo fatal para expedir los reglamentos que complementan la reforma política. “Si la reforma política no se alcanza el 30 de abril, tenemos que abrir un periodo extraordinario inmediatamente”, declaró.
Federación, el responsable
PAN y PRD en el Senado responsabilizaron al Gobierno federal del “atorón legislativo” que vive el Congreso, particularmente el Senado, al reiterar que el presidente Enrique Peña Nieto envío con demora las iniciativas de ley secundarias de las reformas que hoy están pendientes.
De acuerdo con Barbosa, “el atorón legislativo debe de entenderse a partir de que las iniciativas del gobierno federal llegaron tarde y llegaron mal”.
Por su parte, el coordinador del PAN, Jorge Luis Preciado, coincidió en expresar que “llegaron muy tarde las reformas secundarias”. Recordó que las iniciativas en materia de telecomunicaciones se enviaron al Senado después de un año de haberse aprobado; la Ley Federal de Competencia Económica –ya aprobada- se tardó ocho meses y las iniciativas para complementar la reforma energética “aun no llegan”.
En respuesta, el priista Emilio Gamboa justificó que el Presidente se ha tardado en enviar las reformas secundarias por lo “delicado” de los temas. “No ha llegado la reforma energética, porque el Gobierno de la República sabe lo trascendental de esta reforma, por eso el retraso, porque cuando llegue su iniciativa será una iniciativa muy bien trabajada, para que saquemos una buena ley en materia secundaria en lo energético”.