WASHINGTON. Al menos 12 personas fueron arrestadas hoy aquí durante la marcha del Primero de Mayo convocada por organizaciones de defensa de los inmigrantes, en la que exigieron una reforma migratoria y poner fin a la actual política de deportaciones.
Aunque Estados Unidos celebra el Día del Trabajo en septiembre, un millar de activistas viajó este jueves desde Texas, Nueva York, Maryland y Virginia para pedir al presidente Barack Obama alivio temporal y al Congreso un voto urgente de la reforma migratoria.
La marcha se desarrolló del Capitolio a la Casa Blanca y durante el recorrido se escucharon diversas consignas y fueron exhibidas pancartas con un sinnúmero de mensajes.
“Sí se puede, sí se puede”, corearon los manifestantes cuando agentes pusieron esposas de plástico a los activistas detenidos, los ficharon e introdujeron a un camión policial.
Desde su silla de ruedas, el inmigrante mexicano Noe Ramírez, originario del Distrito Federal y residente en Houston, lamentó que el presidente Obama no entienda el drama de los indocumentados y de la separación familiar.
“Venimos a detener las deportaciones, a que ya pare tanto sufrimiento, tantas familias rotas”, dijo a Notimex Ramírez, quien viajó desde Houston pese a su parálisis en las piernas.
Ramírez, quien representa a una organización de paralíticos, sostuvo que si Obama y los legisladores entendieran la dimensión humana del problema “ya se hubiera hecho la reforma”.
Entre los activistas arrestados se encontraban Gustavo Torres, líder de la organización Casa Maryland que brinda servicios a indocumentados del área metropolitana, y el reverendo Carmelo Santos, de la Iglesia Luterana St. Mark.
También fue arrestada una familia chilena integrada por Nathaly, Peter y Marlene Uribe, quienes han esperado durante 18 años su regularización migratoria.
Stephanie Uribe, hija menor de la familia y quien nació en Estados Unidos, no pudo ocultar sus sentimientos cuando la policía arrestaba a sus padres. “Muchas cosas estoy sintiendo”, dijo a Notimex. “No hay palabras para describirlo”.
La manifestación, que formó parte una serie de actividades por la reforma migratoria, contó con la asistencia de alrededor de un millar de activistas y familiares de inmigrantes.
El acto marcó la culminación de ayunos realizados por familias de inmigrantes de estados como Nueva Orleans, Texas y Massachusetts, en demanda de la excarcelación de sus seres queridos o de una suspensión de las órdenes de deportación.
Organizaciones advirtieron que escalarán sus actos de desobediencia civil hasta que Obama modifique su política de deportaciones y los republicanos calendaricen el voto por la reforma migratoria.
Los eventos anteceden el primer aniversario, en junio, de la aprobación de la iniciativa de ley S744 del Senado, que abrió una ruta a la legalización con ciudadanía a 11 millones de indocumentados y la cual es rechazada por los republicanos de la Cámara Baja.
Bajo presión de líderes de las organizaciones progresistas y religiosas, Obama instruyó al secretario de Seguridad Interna, Jeh Johnson, a “humanizar” la política de deportaciones, que ha afectado a unos dos millones de ilegales desde el inicio de su gobierno.