ABUYA, Nigeria. Un coche bomba estalló el jueves por la noche en una concurrida avenida de la capital de Nigeria con un saldo de por lo menos quince muertos, dijeron autoridades y testigos.
“Ha habido un gran estallido y después una bola de fuego”, explicó a la agencia Reuters Lateef Adebayo, testigo presencial de los hechos. “Había muchos cadáveres y ambulancias corriendo hacia el lugar”
El ataque fue reconocido por el movimiento radical islamista Boko Haram, que está llevando a cabo una insurgencia contra el presidente Goodluck Jonathan.
La bomba explotó cerca de un retén ubicado al otro lado de la calle de una estación de autobuses donde un enorme estallido el 14 de abril provocó la muerte de 75 personas, atentado que se adjudicaron extremistas islámicos.
La explosión del jueves ocurre cuatro días antes que Abuya sea sede del Foro Económico Mundial sobre Africa, de una semana de duración, al que asistirá el primer ministro chino Li Keqiang como invitado de honor.
Emmanuel Okeh, portavoz del Cuerpo de Defensa Civil, dijo que rescatistas con ambulancias y camiones de bomberos llegaron al lugar el 1 de mayo, día feriado en esta nación del Africa occidental. Nueve cadáveres fueron llevados a la morgue y 11 víctimas inconscientes recibían atención médica en hospitales.
Los testigos dijeron que un automóvil cargado de explosivos llegó cerca del retén y un hombre salió y se echó a correr al tiempo que el vehículo estallaba. Los testigos hablaron a condición de no ser identificados porque temen por su vida.
Un funcionario de seguridad, que también pidió no ser identificado, dijo que también encontraron dos bombas de fabricación casera sin estallar en el lugar.
La red terrorista Boko Haram, surgida en Nigeria, se adjudicó la responsabilidad del atentado el 14 de abril en la hora pico en una atestada estación de autobuses en un suburbio de clase trabajadora. Murieron 75 musulmanes y cristianos, y 141 personas resultaron heridas.
Horas después, los extremistas secuestraron a más de 250 jovencitas en una escuela en el remoto noreste, que es su bastión. Unas 50 de las adolescentes lograron escapar, pero 200 siguen desaparecidas en un caso cada vez más embarazoso para el gobierno y las fuerzas armadas de Nigeria.
Los ataques socavaron las afirmaciones del gobierno y de los militares de que los extremistas islámicos habían sido acorralados en el noreste del país. Cada vez que las fuerzas armadas promocionan su éxito contra los milicianos, estos incrementan sus ataques.
El presidente Goodluck Jonathan declaró el jueves en un mitin por el 1 de mayo en Abuya que los responsables deben responder por sus actos.
“Triunfaremos sobre toda esta maldad que quiere envilecer nuestra humanidad y obstruir nuestro progreso como nación”, prometió. “Los que quieren redefinir a nuestro país como una nación caótica nunca lo lograrán”. (AP)