El ser humano es agua
En las poblaciones originarias de América, la vida y los mitos estaban íntimamente relacionados con el agua: los mayas, en su cosmogonía sobre el principio del mundo, decían que el universo estaba dividido en cuatro regiones y cada una de éstas tenía (entre otros elementos) un color, un ave, un árbol y un Chaac o «Dios de las lluvias».
En el presente, la realidad mundial respecto al agua es sumamente compleja. Olvidamos que el ciclo del agua y el ciclo de la vida son uno mismo mientras miramos, indiferentes, los nocivos efectos causados al planeta: la Organización de las Naciones Unidas (ONU) estima que para 2030 la escasez de agua afectará a más de la mitad de la población mundial.
Bajo este oscuro escenario (y como respuesta ante la inminente hecatombe en esta materia) nace Isla Urbana, una propuesta que funge como válvula de alivio ante las arcaicas iniciativas políticas.
El proyecto, conformado en 2009 (y pensado en su primera etapa para solucionar los problemas de agua que aquejan la zona del Ajusco medio), fue concebido por un grupo interdisciplinario de diseñadores, urbanistas, ingenieros, sociólogos y artistas.