Como en política no hay coincidencias, justo el día en que la Cámara de Diputados acotó el fuero militar, el Presidente de la República decretó la más importante reforma al marco jurídico de la seguridad nacional para poner orden legal en la participación de las fuerzas armadas en la lucha contra el crimen organizado.

El Programa para la Seguridad Nacional, publicado el miércoles en el Diario Oficial de la Federación, se hizo vía decreto, le dio la vuelta a la frustrada reforma a la ley de seguridad nacional en la Cámara de Diputados y centró su acción en estrategias claras, legales y obligatorias en cuatro de las más importantes materias que tienen que ver con el escudo de seguridad del Estado y de la república: la inteligencia, la seguridad nacional, la seguridad interior y, de manera sobresaliente, la política nacional de defensa.

Con este programa, el gobierno avanza hacia un sistema profesional de seguridad nacional con la creación de un Consejo de Seguridad Nacional, bajo la responsabilidad del Presidente como jefe de Estado y como jefe de gobierno.

 

El abordamiento del tema de la seguridad nacional se hará a través de tres pivotes: las nuevas definiciones de conceptos que tienen que ver con la seguridad nacional del Estado, los nuevos instrumentos reformados y reforzados con apoyos legales y por primera vez la delimitación específica de los riesgos de seguridad que enfrenta el país.

 

El elemento cohesionador estará determinado por el objetivo de la acción política: la soberanía nacional, el desarrollo y la democracia. “Promover la seguridad del Estado mexicano por medio de una política multidimensional que anticipe aquellas tendencias internas y externas que pueden poner en riesgo nuestro proyecto de nación, salvaguardando así las libertad, los derechos humanos y la seguridad de nuestros ciudadanos”, dice el decreto en el Modelo de Seguridad Nacional.

 

Entre las aportaciones están las definiciones; tres serían básicas:

 

1.-Seguridad interior: “condición que proporciona el Estado mexicano para salvaguardar la seguridad de los ciudadanos y el desarrollo nacional mediante el mantenimiento del Estado de derecho y la gobernabilidad democrática en todo el territorio nacional. Se trata de una función política que, al garantizar el orden constitucional y la gobernabilidad democrática, sienta las bases del desarrollo económico, social y cultural de nuestro país, permitiendo así el mejoramiento de las condiciones de vida de la población”.

 

2.- Tareas de las fuerzas armadas: “para coadyuvar con el mantenimiento de la seguridad interior, las fuerzas armadas continuarán realizando cuatro tipo de acciones: 1) operaciones para reducir la violencia, coordinando esfuerzos de manera conjunta entre dependencias; 2) operaciones de erradicación intensiva en las áreas de mayor cultivo de enervantes; 3) operaciones de intercepción para inhibir el tráfico de armas, drogas y personas, y 4) operaciones para incrementar la seguridad de las instalaciones estratégicas”.

 

3.- Política nacional de defensa: “debe ser entendida como el instrumento de carácter estratégico y doctrinal que integra los principios y criterios con los que el Estado mexicano orienta su función de defensa y el desarrollo de las capacidades nacionales necesarias para preservar la integridad, la independencia y la soberanía de la nación, atendiendo a la naturaleza de su entorno estratégico externo e interno. De este modo, la política nacional de defensa busca garantizar la defensa de los intereses nacionales y la promoción del desarrollo nacional”.

 

El programa es una victoria institucional del Ejército y representa el primer esfuerzo real para redefinir la defensa nacional y adecuar el marco legal para la participación de las fuerzas armadas en la seguridad interior.