La avenida Río Consulado, en su tramo de La Raza al aeropuerto; la calzada Ignacio Zaragoza en sus puntos cercanos al aeropuerto y en la salida a Puebla; el Toreo de Cuatro Caminos y el área de hospitales en el sur de la ciudad, son las zonas con más ruido del Distrito Federal.
A estas conclusiones llegó Fausto Eduardo Rodríguez Manzo, encargado del Laboratorio de Análisis y Diseño Acústico de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), en el primer mapa de ruido del Valle de México, mismo que fue entregado a la Procuraduría Ambiental y del Ordenamiento Territorial del Distrito Federal (PAOT).
En un comunicado, el investigador detalló que las principales causas del problema son el tránsito vehicular y la falta de normatividad en la construcción de edificios, ya que si éstos estuvieran hechos a prueba de ruido podrían ser barreras importantes para bloquear el sonido provocado por los automóviles.
El experto agregó que el comercio formal e informal también es un factor importante.
Señaló que el mapa no está terminado, es un instrumento que siempre estará vivo, que se irá completando poco a poco con mayor investigación, en estos momentos realizan un trabajo más específico en la delegación Azcapotzalco.
A su vez, el titular de PAOT Miguel Ángel Cancino Aguilar mencionó que no esperará que se termine el mapa para actuar; en el siguiente periodo de sesiones que se celebrará en septiembre se presentará una propuesta para reformar la normatividad en materia de ruido.
Asentó que actualmente existen campañas que están trabajando, entre otras cosas, la disminución del sonido, como son Operativo mala copa, La Bici-Vigilancia y estudios diagnósticos en las distintas líneas de transporte público.
Un tema que interesa y que nos debe importar a nivel nacional y local es el problema del ruido, ya que tiene repercusiones directas sobre las relaciones sociales y las actividades que normalmente desarrollamos todos los ciudadanos, señaló.
Asentó que este primer mapa de ruido del área metropolitana del Valle de México será una herramienta clave para elaborar una nueva normatividad en materia.
Destacó que la exposición al sonido puede provocar diferentes problemas en un individuo, como irritabilidad, incremento de azúcar y colesterol, aumento en la presión sanguínea, cambios en la motricidad intestinal, sudoración, modificaciones en el ritmo cardiaco, creación de úlceras, incremento de hormonas adrenales, vasoconstricción y tensión muscular.