Como que en México no andamos para celebraciones; que sí para conmemoraciones. Esto es: el 3 de mayo se celebró el Día Mundial de la Libertad de Prensa, cuyo seguimiento continúa el 5 y 6 de mayo en París, porque en la sede de la UNESCO se debatirán tres temas relativos a este derecho universal y entre los que ocurrirá el tema: México.

 

En particular cuando se trate: “La seguridad de los periodistas y el estado de derecho” y “La sostenibilidad e integridad del periodismo”. Otro tema será “La importancia de los medios de comunicación en el desarrollo”…

 

El caso ‘México’ llama la atención mundial por el grado de descomposición y violencia al que se ha llegado aquí.

 

En su declaración del 3 de mayo, con motivo del Día Mundial…, la ONU advirtió que “Los Estados deben desarrollar procesos políticos más igualitarios y permitir que los medios de comunicación jueguen un papel fundamental en la garantía del derecho de todos …:

 

“Estamos profundamente preocupados por los ataque constantes contra periodistas y defensores de derechos humanos involucrados en la demanda de la buena gobernanza y la rendición de cuentas, la lucha contra la corrupción y la protección de los derechos humanos de las personas que viven en la pobreza…”

 

Que muchos en el mundo miren hacia México cuando se habla de pérdida de la libertad de las libertades tiene su razón de ser:

 

De un tiempo a esta parte la agresión violenta a medios de comunicación impresos, electrónicos o digitales en México ha aumentado de forma extraordinaria. Sobre todo a partir del año 2000 y cuya tendencia se mantiene en 2014. El origen se encuentra en la denuncia de temas vinculados con el crimen organizado, con casos de corrupción política, con casos de corrupción policial.

 

Según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas, ‘en México el 98% de las agresiones contra defensores y periodistas están impunes, a pesar de que existe una Fiscalía Especializada en Delitos contra la Libertad de Expresión, sólo ha emitido una sentencia condenatoria.

 

Apenas el 24 de abril pasado, su Relatoría Especial para la Libertad de Expresión de la Organización de Estados Americanos (OEA) denunció que este organismo “tuvo conocimiento de diversas amenazas, ataques a medios de comunicación y agresiones contra la prensa…”.

 

El 2 de mayo pasado, la organización Freedom House publicó su informe anual “Libertad de prensa 2014”. Este documento anual, por tercer año consecutivo, situó a México en la categoría de “país no libre” para el ejercicio de la libertad de prensa. Y documenta ahí que desde 2000 se han registrado 76 asesinatos de periodistas y 16 están desaparecidos y que:

 

“… en el último año (2013-2014) se contabilizaron aquí diversos atentados contra reporteros, oficinas de medios de comunicación, sitios web y una multiplicidad de acusaciones penales por difamación a nivel estatal.”

 

Hay un listado grande de organizaciones nacionales e instituciones extranjeras que denuncian la situación que persiste en México. El Comité de Protección de Periodistas; Artículo 19; Misión de Observación; Casa de los Derechos de Periodistas…

 

El 20 de abril de 2014, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) informó que ‘solamente se han consignado ante un juez el 19% de las investigaciones de casos registrados de homicidios y desapariciones de periodistas, así como de atentados a medios de comunicación, de los cuales únicamente 10% han terminado en sentencia condenatoria, lo que arroja un índice de impunidad de 89%’.

 

Y que ‘De 2000 a la fecha, ha tenido conocimiento de la muerte de 88 periodistas o trabajadores del sector periodístico, asesinados, presumiblemente, por razón de su trabajo; de 2005 a la fecha se ha documentado la desaparición de 20 profesionales de la información, así como 41 atentados a instalaciones de los medios.’

 

Es una tragedia para el periodismo mexicano.

 

Nada se dice desde el gobierno federal, estatales o municipales. El presidente Enrique Peña Nieto no se ha expresado y “no ha dado instrucciones” para que se investigue y pare este desastre.

 

Los gobernadores de los estados, sobre todo Veracruz, Javier Duarte Ochoa y Tamaulipas, Egidio Torre Cantú, que es en donde se concentra el mayor número de atentados, “investigarán” y al final no dicen ni pío. Todos callan, como quisieran ver callada a la prensa mexicana, nacional o local.

 

¿Hasta cuándo entenderán, cada uno de ellos, todos, que un gobierno fuerte, cierto, creíble y con el apoyo de los gobernados basa su gobierno en la verdad y en la transparencia? ¿Hasta cuándo dejarán de tener miedo a la prensa a la que asedian ya con halagos o con castigos?

 

¿Hasta cuándo entenderán que un gobierno es circunstancial, mientras que la libertad de prensa, la libertad de expresión, son derechos constitucionales y humanos permanentes?

 

Falta la voz de los ciudadanos. Los beneficiarios de estas libertades: los lectores, los escuchas, los muchachos y muchachas que viven el mundo de lo digital. Todos ellos también tienen voz y tienen expresión. Un día será.

jhsantiago@prodigy.net.mx