Lisboa. El próximo día 17 Portugal cerrará oficialmente su rescate financiero sin recurrir a ningún programa de ayuda extra, tal y como anunció hoy el primer ministro luso, Pedro Passos Coelho, en una alocución al país en la que dejó claro que continuarán los esfuerzos y la austeridad.

 

“Saldremos del programa de asistencia sin recurrir a ningún programa cautelar”, dijo el jefe del Ejecutivo luso en una declaración dirigida a todos los portugueses desde su residencia oficial.

 

Tras la reunión extraordinaria del Consejo de ministros convocada para discutir esta cuestión y rodeado de todos sus ministros, Passos Coelho subrayó que, tras valorar los pros y los contras, ésa es “la elección correcta en el momento correcto”.

 

El próximo 17 de mayo, fecha en la que se cerrará el programa de asistencia financiera al país, será un día de homenaje para todos los portugueses, según el primer ministro, quien incidió en que será “un día de homenaje a todos vosotros”, que marcará la “reconquista de nuestra autonomía”.

 

Esa reconquista será posible sin recurrir a ningún apoyo extra porque el país ha recuperado la credibilidad y su regreso a los mercados ha sido un éxito, añadió.

 

“Tenemos la confianza de los inversores y los intereses de nuestra deuda están en niveles muy bajos históricamente”, añadió, antes de hacer hincapié en que la salida elegida por Portugal cuenta con el apoyo inequívoco de todos sus socios europeos.

 

La decisión, que Lisboa comunicará mañana al Eurogrupo mañana en Bruselas, es similar a la que adoptó Dublín en diciembre de 2013, cuando también anunció que el cierre de su programa de rescate sin solicitar un programa cautelar.

 

La modalidad de salida del rescate de Portugal se conoce dos días después de que el Gobierno luso anunciara la aprobación de la décimo segunda y última evaluación de los técnicos de la troika (Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional) a los planes de ajuste y reformas puestos en marcha en el país.

 

Ese aprobado final de la troika permite el desembolso del último tramo de la ayuda a Portugal, por valor de 2.600 millones de euros, con los que se completan los 78.000 millones prestados al país, en varios tramos, desde mayo de 2011.

 

No obstante, no libera por completo a Lisboa de la supervisión de sus acreedores ya que deberá seguir rindiendo cuentas a la UE y al Fondo Monetario Internacional (FMI) hasta que devuelva la totalidad del préstamo.

 

Este es el principal argumento de la oposición de izquierda para criticar el que considera como falso triunfalismo del Gobierno.

 

“El programa acaba pero los sacrificios de los portugueses continúan”, dijo el líder del principal partido opositor, el Partido Socialista (PS), António José Seguro.

 

En términos similares se pronunció el cabeza de lista del Partido Comunista de Portugal (PCP) a las elecciones europeas, Joao Ferreira, al afirmar que no se puede hablar de salida, y menos aún de salida limpia, cuando los portugueses siguen y seguirán sumidos en un proceso continuo de sacrificios y empobrecimiento.

 

El primer ministro reconoció que queda mucho camino por recorrer, muchos esfuerzos por hacer, y que la plena autonomía no llegará “de un día para otro”.

 

De hecho, su Gobierno anunció esta misma semana nuevas medidas de ajuste de cara a los próximos años, como la subida del IVA y de los impuestos a pagar por trabajadores, una vez concluya el programa de asistencia financiera.

 

Esas medidas se recogen en el llamado Documento de Estrategia Presupuestaria para el periodo 2015-2018, en el que se prevé que el país volverá a crecer entre un 1,2 y un 1,8 % por año, en contraste con la recesión sufrida en 2011, 2012 y 2013.

 

La tasa de desempleo también bajará previsiblemente hasta situarse en el 13,2 %, dos puntos menos que en la actualidad.

 

Son datos que avalan la tesis de Passos Coelho, en el sentido de que “estamos en el camino correcto” para que nunca más se repita una situación de “emergencia nacional” como la que se produjo hace tres años. EFE