RÍO DE JANEIRO. El ministro de deportes de Brasil, Aldo Rebelo, aseguró hoy que todos los estadios del Mundial 2014 “estarán a punto con toda la infraestructura necesaria” para el evento y garantizó que “la máxima prioridad es la seguridad”.

 

Rebelo, en rueda de prensa con corresponsales extranjeros en Río de Janeiro, reconoció que “se trabaja a contrarreloj” para entregar todo lo prometido, aunque matizó que los dos estadios que aún no se inauguran, los de Curitiba y Sao Paulo, tendrán su primer partido de prueba el 14 y 18 de mayo, respectivamente.

 

El ministro también se refirió a las declaraciones que hizo el vicepresidente del COI, John Coates, el pasado 29 de abril, en donde consideró que los trabajos de preparación de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro en 2016 son “los peores” que había conocido.

 

Rebelo aseguró que esas declaraciones “ya fueron rectificadas” y que “eso demuestra que fueron un error“.

 

El ministro afirmó que garantizar la seguridad durante el Mundial es “una prioridad” y descartó que las manifestaciones contra el evento convocadas por organizaciones sociales puedan amenazar la competición.

 

Algunas manifestaciones llegaron a dificultar el desplazamiento de los hinchas durante la Copa Confederaciones, que Brasil organizó el año pasado como preparación para el Mundial.

 

En su opinión, “la legislación brasileña reconoce las manifestaciones pacíficas y penaliza las violentas”, por lo que las fuerzas de seguridad “protegerán las primeras y penalizarán las segundas”.

 

Auguró que el Mundial “será tranquilo” y que “no habrá abuso de la policía ni de los manifestantes”.

 

Al ser interrogado sobre la violenta protesta por una muerte en una operación policial que obligó a las autoridades a bloquear varias vías del turístico barrio de Copacabana hace dos semanas, Rebelo aseguró que “no se puede garantizar que no volverá a ocurrir una tragedia de esas características durante el Mundial”, aunque añadió que “se trabajará mucho para evitarlo”.

 

Se mostró seguro de que “las infraestructuras del país estarán a punto” y puso como ejemplo los aeropuertos, sobre los que aseguró que “la demanda en el Mundial será mucho menor a su capacidad”, cosa que equiparó a la red hotelera, que, en su opinión, “está preparada para recibir a los visitantes”.

 

Sobre los sistemas de telecomunicaciones, Rebelo dijo que “funcionaron durante la Copa Confederaciones” y que “se mejoron”, y comparó a Brasil con Inglaterra al asegurar que, durante su visita a los Juegos Olímpicos de Londres 2012, la señal de su móvil “no fue muy buena”.

 

El máximo responsable del área de deportes en el ejecutivo de Dilma Rousseff dijo igualmente que “va a haber una fiesta del fútbol” durante el Mundial y justificó la opción del país por tener doce sedes “por la dimensión continental de Brasil” y la necesidad de “incluir al Amazonas o a Pantanal en esta celebración”.