El diseñador español Manuel Albarrán contribuyó a ello, pues ayudó a transformar a Angelina Jolie en la mala de ensueño que tiene “algo entre salvaje, femenino, brillante y oscuro”.
“La Maléfica que yo quería vestir era elegante, femenina, muy powerful (poderosa), muy fuerte, con un punto oscuro que tienen las brujas y muy actual en el sentido de muy avant-garde, con todo lo más nuevo”, dijo Albarrán el martes a la agencia AP en una entrevista telefónica desde Barcelona.
Albarrán, que ha creado piezas a la medida para Madonna, Lady Gaga y Beyonce, formó parte del equipo de diseño de vestuario liderado por Anna B. Sheppard, nominada a premios Oscar por su trabajo para “El pianista” y “La lista de Schindler”.
El equipo incluyó al maquillador Rick Backer, ganador de siete Premios de la Academia, quien creó los implantes para los puntiagudos pómulos y orejas de Jolie, además de esculpir los emblemáticos cuernos de la villana. Por su parte el marroquinero, el artista que da forma al cuero, Justin Smith, revistió los cuernos con materiales como piel de pitón y piel de pescado mientras que Rob Goodwin diseñó el calzado.
La actriz tenía muy claro que quería que su versión de Maléfica tuviera más que un cetro y una simple capa en tonos oscuros y morados.
“Ella nos quería transmitir lo que sentía en el personaje para que nosotros pusiéramos ese punto”, señaló Albarrán. Jolie quería “sentirse bien con el personaje y con lo que iba a vestir para que fuera creíble y creo que en un principio sí que le gustó mi manera de trabajar, lo que era mi diseño. Cuando vio mi trabajo ya le gustaba, partimos de unas bases, ya sabía lo que le podría gustar dentro de lo que yo hago”.
Albarrán ha sobresalido en el mundo de la moda por su “alta costura en metal”, que ha aparecido en sesiones fotográficas, campañas publicitarias y pasarelas. También ha trabajado con figuras como el diseñador de modas italojaponés Nicola Formichetti y la fallecida estilista inglesa Isabella Blow.
En el universo de “Maléfica”, Albarrán tuvo que dejar el uso de los metales a nivel estructural y apostar por materiales “más orgánicos”.
“Tuvimos que hacer un trabajo más de piel, con huesos, plumas…como que viniera del bosque donde ella vivía para que fuera creíble”, indicó. “Teníamos que tener muy en cuenta la feminidad, la elegancia, que fuera también poderosa, muy fuerte y que visualmente fuera muy impactante”.
Albarrán incluyó algunos cristales en los brazaletes, anillos y collares, así como cuarzos en los diseños que evocan cráneos, huesos y siluetas de distintos animales. Las piezas implicaron un minucioso trabajo artesanal, como una pechera elaborada en plumas teñidas individualmente para lograr un degradado perfecto que se mimetizara con los escenarios oscuros del filme.
La funcionalidad de las piezas y su peso fueron un aspecto importante para que Jolie pudiera rodar cómodamente las distintas escenas. El diseñador destacó los cuellos, pues “debían quedarse en su sitio, que fueran súper finos y no podían moverse”.
“Tuvimos que hacer que aunque fuera muy bonito, ellos pudieran encajar con el personaje y que funcionara y que no se moviera en medio de una escena”, dijo.
Albarrán libró su propia batalla al elaborar el traje completo con el que Jolie aparece en la última lucha del filme, el cual fue realizado con pelo de animales.
“Era complicado porque era pelo, tenía que tener muchas líneas, una línea muy femenina, con una silueta perfecta y a nivel técnico combinar eso”, relató. “Tuvimos bastante problemas que logramos solucionar”.
(Con información de AP)