La molécula en cuestión, EFdA, fue descubierta por casualidad en 2001 por especialistas del productor japonés de salsa de soya Yamasa. Ahora un equipo de científicos de las universidades estadounidenses de Misuri y Pittsburgh ha descubierto que este compuesto no es solo un excelente potenciador de sabor, sino que también se asimila mucho al fármaco antiviral Tenofovir, utilizado en el tratamiento de los pacientes con VIH.
“Los pacientes que reciben tratamiento para el VIH con Tenofovir finalmente desarrollan la resistencia a la droga, lo cual impide una protección eficaz contra el virus”, explica el investigador principal Stefan Sarafianos, profesor de Biología Molecular e Inmunología de la escuela médica de la Universidad de Misuri. Mientras tanto, según explica, la probabilidad de que los pacientes con VIH adquieran la inmunidad a la molécula EFdA es más baja, puesto que se pone a actuar más rápido y el organismo la destruye más lento que a Tenofovir.
Los científicos ya han realizado pruebas en monos infectados con VIH. “Estos animales estaban tan enfermos que se planteaba pronto efectuar una eutanasia animal. Sin embargo, un mes después de comenzar el tratamiento con EFdA se sentían muy bien y la concentración de VIH en su sangre bajó hasta un nivel apenas perceptible”, señaló Michael Parniak, un bioquímico de la Universidad de Pittsburgh.