ITALIA. Como parte de su condena por fraude fiscal, el ex primer ministro italiano Silvio Berlusconi realizó el viernes su primer turno de cuatro horas de servicio comunitario, trabajando en un pabellón de pacientes de Alzhéimer.
Berlusconi, vestido con traje oscuro pero sin corbata, ingresó al enorme centro de atención a los ancianos Sacra Famiglia sin hacer declaraciones. Las decenas de periodistas presentes fueron obligados a permanecer detrás de barricadas. Algunos pacientes de otros pabellones paseaban por el lugar, acompañados por familiares.
Un sindicalista abucheó al ex premier y dijo que debería estar en una cárcel cercana en lugar del centro para ancianos, pero una partidaria lo saludó agitando el brazo. “Gracias, gracias”, dijo Berlusconi a la mujer, que introdujo la cabeza por la ventanilla del auto. Luego dijo a los periodistas que le pidieron que no hiciera declaraciones.
Berlusconi, de 77 años, recibió la orden de realizar cuatro horas semanales de servicio comunitario después que su condena de cuatro años fue reducida a uno por un indulto general.
Aunque la condena lo despojó de su banca en el Senado, conserva poder político como titular del partido Forza Italia. El fallo judicial le permite hacer campaña en las elecciones europeas, pero solo en la región lombarda y en las cercanías de Roma, donde puede viajar de martes a jueves.
Las cortes han dicho que lo podrán someter a arresto domiciliario si insulta al sistema judicial durante su condena y los administradores de Sacra Famiglia han prohibido toda actividad proselitista en sus terrenos.
Berlusconi ha prometido algunas sorpresas en el cumplimiento de su servicio. El jueves dijo que ha estudiado los tratamientos más recientes para el mal de Alzhéimer “para dar a las enfermeras los medios para hacer más”.
El director de Sacra Famiglia ha dicho que su integración en la rutina será gradual. Durante el primer día observó las tareas que se realizan en el edificio de dos plantas de la unidad Alzhéimer, acompañado por el director de ésta.
Durante su servicio comunitario, Berlusconi debe arribar después del desayuno durante un período recreativo en el cual la actividad incluye tocar música para los pacientes. Después almuerzan, pero es improbable que Berlusconi ayude a alimentarlos, al menos al principio. Luego hay un período de descanso en el que muchos pacientes regresan a sus cuartos.
“Silvio Berlusconi no tendrá una oficina. No realizará tareas entretenidas y descansadas”, dijo el director de Sacra Famiglia, Paolo Pigni, a la prensa la semana pasada.