Horas antes de conocer a los hombres del Piojo, Miguel Herrera quizá haya desgastado tanto el borrador del lápiz que la madera empieza a tocar esa hoja definitiva que leerá hoy al mediodía frente a los medios de comunicación. No es para menos. El puesto soñado por Herrera durante años le llegó bronco, incontrolable, en un momento eufórico; en el que lo tomó lleno de ilusiones y retos, pero que conforme ha ido pasando el tiempo cada vez digiere más el embrollo en el cual se metió, y que mucho tiene que ver con falta de nombres en puestos trascendentales para encarar la máxima justa deportiva del orbe.
No por nada, en una de sus últimas conferencias de prensa, el Piojo bajó el tono del discurso triunfalista. Pasó del “vamos a luchar por la Copa del Mundo”, al “sí, es desesperante no poder trabajar más tiempo”, un alegato que vino después de aquel partido amistoso ante Nigeria, que por gracia de las atajadas de Guillermo Ochoa no terminó en desastre.
Por eso no extrañan las especulaciones respecto a los nombres que viajarán a Brasil en el próximo junio. Ha pasado el tiempo desde aquel diciembre en el que el América era la base segura del Tri, con al menos siete jugadores. El Piojo confiaba en que, de mantener el nivel mostrado bajo su mando, los emplumados serían fundamentales para los verdes, pero poco más de cuatro meses después, unas Águilas venidas a menos, y eliminadas de la Liguilla; han hecho que el Piojo tenga que replantearse varias posiciones.
Herrera es sabedor de la fragilidad de los centrales, y ni qué decir de la contención en los verdes, posiciones vitales si el Tri del Piojo quiere regresar de Brasil, ya no se diga con éxito, sino con un desempeño digno y no con la cola entre las patas; como ya sucedió en la Copa Confederaciones, con José Manuel de la Torre en el timón, y claro, en el hexagonal.
Como sea, Miguel quiere ahorrarse angustias, o tener tiempo para componer alguna, y por eso los hombres del Piojo estarán brincando en casa un tanto pasado el mediodía, y Herrera… Herrera seguirá raspando la hoja con la madera del lápiz ya sin nada de goma.
¿Se caen de la lista?
Moisés Muñoz, quien no se fue a pique, pero fue rebasado por Guillermo Ochoa y Alfredo Talavera. Francisco Javier Rodríguez, se autoeliminó con errores garrafales en la Liguilla y señales obscenas a la afición. Juan Carlos Valenzuela, otro con un nivel que se fue a pique. Giovani Dos Santos. Una lesión truncó el estupendo momento que pasaba y no ha podido recuperar el ritmo.
Llamados de emergencia
Carlos Salcido, Herrera no lo llamó, pero resulta que este jugador le puede resolver el problema de la contención y en una de esas hasta la lateral que sea y la central. Hugo Ayala es un central solvente y fuerte. Va bien por arriba y es el llamado de emergencia ante la baja de juego del Maza, no viene de más. Marco Fabián no deja la fiesta pero estará casi seguro en la lista.