Brasil puso en marcha hoy una operación de fiscalización en las fronteras en la que participan 30.000 miembros de las Fuerzas Armadas y que forma parte de los planes para garantizar la seguridad durante el Mundial de fútbol que el país organiza y que comienza en 33 días.

 

Se trata de la Operación Ágata 8, una movilización especial que las Fuerzas Armadas brasileñas realizan anualmente en sus 16.886 kilómetros de fronteras con otros diez países suramericanos y que este año fue incluida en los planes de seguridad del Mundial, informó el Ministerio de Defensa en un comunicado.

 

La operación fue desplegada en la mañana de este sábado, se extenderá hasta el final del Mundial y cuenta con la participación no sólo de militares del Ejército, la Marina y la Fuerza Aérea sino también con agentes de las policías regionales, la policía de carreteras, la Policía Federal y otros organismo como la Aduana y el Instituto Brasileño de Medio Ambiente.

 

La operación Ágata es habitualmente “la mayor movilización realizada por el Estado brasileño en el combate a los ilícitos del norte al sur del país, entre Oiapoque (el municipio más septentrional de Brasil) y Chuí (el más meridional)”, según el comunicado del Ministerio de Defensa.

 

La nota aclara que las autoridades de los países vecinos fueron informado previamente sobre la intensa movilización militar.

 

De acuerdo con el Ministerio, ante los compromisos asumidos por el país para organizar un Mundial que será disputado en 12 ciudades de diferentes regiones del país, el Gobierno decidió que la octava edición de Ágata se extendiera a todas las fronteras terrestres y no sólo a una parte.

 

La operación de 2014 es similar en extensión pero no en número a la desplegada el año pasado poco antes de que Brasil organizase la Copa Confederaciones, un torneo considerado como preparatorio para el Mundial.

 

El objetivo de la movilización militar es combatir todos los crímenes fronterizos, principalmente narcotráfico, contrabando, tráfico de armas, violaciones ambientales, contrabando de vehículos, inmigración ilegal y explotación mineral en áreas preservadas.

 

Ágata 8 es coordinado desde ocho centros de comando en ciudades próximas a las fronteras como Manaos y Belén, en la Amazonía, Oeste y Campo Grande, en el oeste del país, y Porto Alegre, en el sur.

 

La Marina movilizó navíos de patrulla fluviales y navíos de asistencia hospitalaria, así como helicópteros UH-12, lanchas y balsas.

 

El Ejército, por su parte, puso en operación a miembros de diferentes batallones de Infantería de Selva, Infantería de Frontera y Mecanizados, así como unidades de Ingeniería, Caballería, Logística, Aviación, Comunicación y Guerra Electrónica.

 

Según el Ministerio de Defensa, la llamada franja de frontera, es decir todo el territorio brasileño a menos de 150 kilómetros de la frontera, comprende el 27 % de la extensión del país y abarca 122 municipios limítrofes y 588 no limítrofes.

 

Además de las fronteras, las Fuerzas Armadas también serán movilizadas en las ciudades sedes del Mundial para garantizar la seguridad durante el evento.

 

El operativo planeado por el Gobierno para garantizar la seguridad del Mundial, que prevé la movilización de 170.000 policías y soldados e inversiones por 1.900 millones de reales (unos 801 millones de dólares), es el mayor ya realizado para un campeonato de la FIFA, según fuentes oficiales.

 

En la operación participarán 150.000 miembros de los diferentes cuerpos de policía y de las Fuerzas Armadas, así como 20.000 agentes de seguridad privada que actuarán dentro de los estadios