RÍO DE JANEIRO. Una simulación en la que fue retratada la precaria atención en los hospitales públicos brasileños, con personas muriendo en las filas de espera y pacientes atendidos en el piso, marcó hoy una insólita protesta contra el Mundial de fútbol que Brasil organizará a partir del 12 de junio.
El sector de emergencias de un hospital público, con camillas, medicinas, jeringas, estetoscopios y personas vestidas como médico o enfermera, fue escenificado en una de las estrechas callejuelas de Jacarezinho, una favela en la zona norte de Río de Janeiro.
Los propios habitantes de la comunidad simularon el funcionamiento del hospital, con personas haciendo fila para ser atendidas, puertas cerradas, camillas en el piso, médicos sin condiciones para atender, enfermeros sin medicinas, familiares llorando y otras muestras de la precariedad de la salud pública en Brasil, según los organizadores.
La escenificación, promovida por la organización no gubernamental Río de Paz y que atrajo decenas de periodistas y curiosos, fue montada sobre una callejuela que los habitantes de Jacarezinho habían decorado previamente como lo hacen en todos los Mundiales, con banderitas, pinturas en el piso y en las paredes, y otros artículos e imágenes referentes al evento futbolístico.
“Decorar la calle para el Mundial hace parte de la cultura brasileña y hoy por primera vez la población de una comunidad pobre decidió decorarla de una forma diferente y darle un sentido político: al lado de las banderitas y del suelo pintado, montamos la emergencia de un hospital público para protestar contra esa inversión de valores”, explicó a Efe el presidente de Río de Paz, Antonio Carlos Costa.
La mayoría de las manifestaciones contra el Mundial que se repiten periódicamente en las ciudades brasileñas y que están convocadas para el torneo que comienza en 33 días hacen referencia a los millonarios estadios “estándar FIFA” que Brasil construyó para la competición y al deseo de que las escuelas y los hospitales también tengan “estándar FIFA”.
“Se trata de una clara inversión de valores. El Gobierno, sin consultar al pueblo, hizo millonarias inversiones en una competición deportiva de cuatro semanas que no tendrá ningún retorno para la población, especialmente la más pobre, mientras que mantiene abandonadas las escuelas y los hospitales”, agrega Costa.
El líder de la organización no gubernamental destacó que la población de Jacarezinho participó mayoritariamente y con entusiasmo en la llamativa y pacífica protesta debido a que ha sufrido históricamente por su falta de acceso a salud y educación.
“Todos aceptaron participar, pintaron la calle, la adornaron y quisieron ser actores. Ellos tienen muy claro que el Gobierno no podía desperdiciar tantos recursos públicos en el Mundial y olvidarse de los pobres”, afirmó.
Costa dijo que Río de Paz escogió Jacarezinho para su protesta por tratarse de una favela que es conocida como local de confrontaciones entre policías y bandas de narcotraficantes.