LA HABANA. Decenas de gays, lesbianas travestis y transexuales marcharon hoy al ritmo de una conga cubana por una céntrica avenida de La Habana, en respaldo a los derechos de la llamada comunidad LGBTI y la lucha contra la homofobia.
Al concluir el colorido desfile, la sexóloga y diputada Mariela Castro Espín aseguró este sábado que en Cuba se avanza en la defensa de los derechos para personas con diferente orientación sexual.
Castro Espín, hija del presidente Raúl Castro, marchó al frente de los participantes, quienes recorrieron unos 400 metros por la avenida La Rampa, desde el borde del litoral norte hasta el Pabellón Cuba.
Estuvieron presentes los participantes en la VI Conferencia Regional de la Asociación Internacional de Lesbianas, Gays, Bisexuales, Trans e Intersex para América Latina y el Caribe (ILGALAC), celebrada durante tres días en el balneario de Varadero.
Al lado de Castro Espín, directora del Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex) se encontraba la mexicana Gloria Careaga, secretaria general de la ILGALAC y otros connotados activistas de la región.
La policía cerró al tráfico algunas calles aledañas para facilitar la celebración de uno de los más esperados eventos del año por la creciente comunidad gay de la isla caribeña.
En declaraciones en el Pabellón Cuba, la sexóloga isleña aseguró que son cada vez más las instituciones y grupos sociales que apoyan esta campaña, pero lamentó que todavía existe “resistencia”, sobre todo a propuestas como el reconocimiento legal de parejas del mismo sexo.
La homosexualidad, tradicionalmente estigmatizada en Cuba, fue reprimida tras el triunfo de la revolución en 1959, con internamientos en campos de trabajo (UMAP) en la década de 1960 y con la marginación durante el “quinquenio gris” de los años 70.
La reunión en Varadero aprobó declaraciones políticas entre ellas de respaldo al gobierno del presidente venezolano, Nicolás Maduro, y por la liberación de tres de los cinco agentes cubanos todavía encarcelados en Estados Unidos por espionaje.
También expresaron su “más enérgica condena” al embargo económico de más de medio siglo de Estados Unidos contra Cuba y los “crímenes de odio” que se cometen en varios países contra gays, lesbianas, travestis y transexuales.