En un intento por cortar la dependencia de Rusia en el lanzamiento de astronautas, la NASA viene financiando el desarrollo de una nueva generación de naves espaciales, como este prototipo de transporte espacial que acaba de presentar Boeing.
La empresa estadounidense de aeronáutica y defensa Boeing, que participa en el programa Servicios Comerciales de Transporte Orbital de la NASA, ha presentado un nuevo concepto de una cápsula que, según informa, podría comenzar a transportar astronautas al espacio en 2017. Esta noción futurista de vuelo espacial tripulado de Boeing ha sido denominada Crew Space Transportation (CST-100).
Boeing y su socio Bigelow Aerospace destacan la comodidad como una de las cualidades del interior de la cápsula que están desarrollando para la NASA, mientras que Bigelow presentó un modelo de la BA 330 inflable, un hábitat espacial donde los astronautas podrían vivir.
“Estamos entrando en un verdadero mercado de comercio espacial y tenemos que tener en cuenta a nuestros clientes potenciales, más allá de la NASA”, dijo Chris Ferguson, excomandante del transbordador espacial Atlantis (que operó desde 1985 hasta 2011). En la actualidad Ferguson forma parte del equipo de Boeing.
Una de las cosas que más llama la atención de la cápsula es su pulcritud, en comparación con las naves espaciales actuales, en las que los cables y botones saltan a la vista. Además, el CST-100 cuenta con una gran cantidad de ventanas, algo que los astronautas suelen echar en falta. El CST-100 está diseñado para llevar carga y una tripulación de siete personas a una órbita baja terrestre. Sin embargo, Boeing también tiene planes para hacer que la nave espacial esté disponible en el futuro para misiones privadas.
El concepto de Boeing entra en competencia directa con la cápsula tripulada Dragón de SpaceX, así como con el Dream Chaser de la corporación Sierra Nevada. Todos ellos, entre otras empresas, compiten para ofrecer sus servicios de transporte espacial a la NASA.