Cada día que pasa, la tecnología avanza a pasos agigantados, esto no sólo nos da la oportunidad de gozar productos que nos hacen la vida más fácil, sino también la de mejorar su calidad y hasta en ciertos casos prolongarla o salvarla.
Los avances en la creación de órganos in vitro y últimamente tejidos celulares y hasta órganos con impresoras 3D han son innovadores avances con éxito a pacientes que pudieron asimilarlos
El futuro que hasta hace unos diez años parecía incierto se avizora promisorio para los pacientes que se mantienen en una larga lista de espera de un trasplantes que les permita prolongar sus días de vida, principalmente en niños, ya que en el mundo existe un bajo número de posibles donantes de órganos.
Los órganos artificiales evitan el grave problema del rechazo, pues se crean con células del propio paciente, las cuales con cultivadas y modificadas para regenerar el tejido que permitirá que crezca y posteriormente ser trasplantado al receptor.
Hace unos meses destacamos que un bebé de dos meses logró salvar su vida al serle implantada una prótesis en forma de tablilla en la tráquea, reproducida en una impresora 3D.
Un corazón 3D
En febrero del presente año, médicos de un hospital de la University of Louisville, Estados Unidos, usaron la impresión 3D de un modelo MakerBot para reconstruir el corazón de un niño de solo 14 meses, gravemente afectado por problemas cardíacos.
La impresión 3D demostró ser exitosa para conocer cómo era en realidad el corazón del niño antes de que fuera operado.
Los médicos pudieron ver los importantes problemas físicos que presentaba y ser conscientes de ello les permitió ahorrar un tiempo muy valioso durante la operación.
Y los avances siguen, a partir de que en 2013 se desarrolló una impresora en 3D capaz de plasmar a partir de células madre, cuando con anterioridad solo eran capaces de crear objetos como partes de coches, armas e incluso estaciones lunares.
Fue desarrollada por expertos de la Universidad Heriot-Watt y puede depositar las células madre completamente vivas en una superficie que se le asigne.
Las células embriónicas madre son poderosas por su capacidad para desarrollar el material genético correspondiente a cualquier parte del cuerpo.
Vida por algunos meses… las primeras pruebas
El trasplante del primer corazón totalmente artificial en un paciente tuvo lugar en el hospital Georges-Pompidou de París el 18 de diciembre del 2013 y fue recibido con una gran expectativa médica y mediática porque abría la puerta a la curación de miles de enfermos cardiacos que no tienen acceso al órgano de un donante.
Elaborado a partir de tejidos biológicos para reducir el riesgo de rechazo, el corazón fue desarrollado por la empresa Carmat para funcionar de forma autónoma, tras quince años de investigación.
Sin embargo, el paciente falleció 75 días después de la operación.
El precedente
Uno de estos exitosos avances inicio en el mes de junio del 2010, con un hígado y un corazón artificial en ratones.
El tejido se pudo construir al injertarlo de células hepáticas sanas en la estructura de un hígado dañado, algo que parece sencillo, pero es muy complejo debido a las funciones metabólicas de dicho órgano.
Mientras que el corazón vacío de una rata muerta se repobló con células cardíacas de ratas recién nacidas, lo que permitió que a los cuatro días el órgano comenzara a contraerse y a los ocho días empezó a latir con normalidad.
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