DONETSK. Las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk anunciaron su independencia casi simultáneamente, respaldadas por los resultados “oficiales” de las consultas de autodeterminación celebradas, sin reconocimiento internacional ni tampoco del Gobierno ucraniano.
Un 89.7% de los votantes que acudieron a los colegios electorales de Donetsk se pronunciaron a favor de la escisión de Ucrania, cifra que asciende al 96% de los ciudadanos en la vecina Lugansk, según los datos anunciados.
En Donetsk, uno de los líderes prorrusos de esta región, Denis Pushilin, también pidió a Moscú que considere la integración del nuevo Estado independiente en el seno de la Federación Rusa.
“De acuerdo a la voluntad expresada por el pueblo… y para restablecer la justicia histórica, pedimos a la Federación Rusa que examine la cuestión de la integración de la República Popular de Donetsk en el seno” de Rusia, proclamó en una conferencia de prensa.
Pushilin dijo a los periodistas que “Donetsk siempre ha sido parte del mundo ruso, independientemente de su pertenencia étnica”.
Recordó que primero fue parte del Imperio Ruso y que “sólo después de la sangrienta catástrofe de 1917 (la Revolución bolchevique) fue separada mediante fronteras administrativas de la Gran Rusia”.
Las dos regiones insurgentes, limítrofes con Rusia, también podrían unirse entre ellas, aseguró Pushilin a un canal de televisión ruso.
En el mitin de independencia celebrado en Lugansk, Oleg Tsarev, diputado del Partido de las Regiones reconvertido hace unos días en líder del movimiento “Sureste”, se manifestó por la creación de un Estado llamado “Novorossía” al que se sumarían otras regiones del sureste rusófono de Ucrania.
A lo que no parecen dispuestas ambas regiones es a dialogar con las autoridades ucranianas, a pesar de que la Cancillería rusa, lejos de reconocer la independencia de los territorios insurgentes, pidió un “diálogo directo entre Kiev, Lugansk y Donetsk para materializar los resultados de los referendos”.
“No tenemos nada de qué hablar. Ha muerto mucha gente. La matanza de Odessa es una manifestación real del neofascismo”, aseveró tajante Pushilin, que agregó que la recién proclamada “república popular” tiene intención de formar su propio Ejercito bajo el mando de Igor Strelkov, responsable de la defensa de la rebelde Slaviansk.
Una orden firmada por Strelkov y publicada por medios locales impone que “todas las formaciones militares, órganos de seguridad, policía” y otras estructuras de seguridad ucranianas en territorio de Donetsk deben quedar supeditadas a su mando.
Las autoridades de la “república popular” consideran “ilegal a partir de ahora” cualquier presencia de las fuerzas de seguridad y del orden ucranianas en su territorio, precisa el documento.
Atizan choques en zonas prorrusas
El comandante de las llamadas “fuerzas armadas” de la autoproclamada República Popular de Donetsk (RPD), Igor Strelkov, anunció el inicio de una “operación contraterrorista” en respuesta a la ofensiva de Kiev contra los bastiones prorrusos.
Una orden firmada por Strelkov, que se proclamó comandante de las Fuerzas Armadas de esa región insurgente, establece “llevar a cabo en el territorio de la RPD una operación contraterrorista”, informan las agencias rusas.
El documento declara que “todas las formaciones militares, órganos de seguridad, policía” y otras estructuras de seguridad quedan supeditadas a sus órdenes.
“Los mandos deberán cumplir a partir de ahora sólo mis órdenes”, exige Strelkov, que da 48 horas a “todos los oficiales y soldados de las Fuerzas Armadas, del Servicio de Seguridad de Ucrania y del Ministerio de Interior” para que juren lealtad al nuevo Estado autoproclamado hoy.
“Tienen 48 horas para jurar lealtad a la RPD o abandonar su territorio. Todos los que pasen bajo el mando de la RPD tendrán garantizados el mantenimiento del grado militar, sueldo y prestaciones sociales”, agrega el texto.
Además, se ordena “la detención de todos los guerrilleros de grupos neonazis”, entre los que incluye a “Praviy Sektor” y la Guardia Nacional de Ucrania, creada por las autoridades ucranianas poco después de derrocar al presidente Víktor Yanukóvich.
Por otra parte, sobre el reconocimiento de los resultados, Rusia y la ONU emitieron comentarios: Rusia expresó su respeto pero se abstuvo de reconocer los resultados de los referendos celebrados el domingo en las regiones insurgentes prorrusas de Ucrania, donde la aplastante mayoría de los votantes apoyó la independencia.
“Moscú respeta la voluntad popular expresada por la población de las regiones de Donetsk y Lugansk” (este), señaló el Kremlin en un comunicado.
En la misma línea, informó también de que el presidente ruso, Vladímir Putin, quien se distanció la pasada semana de las consultas al pedir su aplazamiento, no opinará sobre dichos referendos hasta que se conozcan los resultados definitivos.
El Kremlin manifestó que “espera que la realización práctica de los resultados del referéndum se produzca por la vía pacífica, sin brotes de violencia y a través de un diálogo entre representantes de Kiev, Donetsk y Lugansk”.
Por su parte, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, consideró que los referendos separatistas sólo empeoran la situación en el país, aportando más tensión a la crisis.
“Los acontecimientos de ayer (domingo) sólo sirven para aumentar las tensiones”, indicó el vocero de Ban, Stephane Dujarric, preguntado sobre el tema en una conferencia de prensa, en la que reiteró el llamamiento a volver al diálogo sobre las bases del acuerdo logrado en Ginebra el pasado abril.