Ayer murió Lorenzo Zambrano en Madrid, España. No en su amada Monterrey, donde forjó su carrera dentro de Cemex, la segunda mayor cementera del mundo tras la fusión de la francesa Lafarge y la suiza Holcim.

 

Murió trabajando. Aun cuando la empresa no ha informado la causa del deceso de su presidente, algunas versiones señalan que sufrió una insuficiencia cardiaca cuando estaba reunido con empresarios en el Hotel Villa Magna de Madrid, a las 12 del día, hora local.

 

Lorenzo Zambrano Treviño era un hombre sensible, gran lector y preocupado por el cuidado del medio ambiente, pero también un líder –y un twittero– nato que logró internacionalizar a Cemex y ubicarla como una de las mayores cementeras del mundo.

 

Todavía hace algunos días hablaba con orgullo de la empresa que dirigía desde 1985. Ni pensar en retirarse o en su posible sucesión. Se sentía orgulloso de la forma como se estaba recuperando Cemex. El 30 de abril tuiteó:

 

“Continuamos mejorando nuestro perfil de deuda y mantenemos nuestra disciplina para seguir obteniendo eficiencias operativas…”

 

“Estos logros son resultado de mayores volúmenes de ventas en la mayoría de nuestras regiones…”

 

Tenía 127 mil seguidores en Twitter y según él mismo expresó, “… en @CEMEX hemos fomentado el uso de redes sociales empresariales, lo que ha dado resultados muy positivos”.

 

Zambrano nació en Monterrey, Nuevo León, el 27 de marzo de 1944. Estudió la carrera de Ingeniería Mecánica en el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM) y realizó una maestría en la Universidad de Stanford.

 

En 1969 el empresario ingresó a Cemex y ocupó varios puestos, hasta que en 1985 alcanzó la dirección general de la empresa fundada por su abuelo en 1906.

 

Bajo la dirección y presidencia de Lorenzo Zambrano, Cemex se distinguió por un crecimiento basado en adquirir y fusionar empresas dentro del mercado de la construcción en la República Mexicana.

 

Sin embargo, su crecimiento más importante se da a partir de la última década del siglo XX, cuando la compañía decide expandirse por el mercado internacional y adquiere las compañías de cemento más grandes de España, Valenciana y Sanson, por un monto de mil 800 millones de dólares.

 

Cemex opera en 50 países gracias a la visión de Lorenzo Zambrano, quien desde que tomó sus riendas, decidió transformarla en una compañía global.

 

La revista Forbes calculó que Zambrano poseía activos hasta por mil 800 millones de dólares. En México, el empresario ocupaba el octavo lugar entre los 100 empresarios más importantes de México, según la revista Expansión.

 

Por supuesto, Cemex no estuvo exenta de descalabros, las acciones de la empresa sufrieron una fuerte caída durante la crisis de 2008 y tuvo que refinanciar deuda por 15 mil millones de dólares.

 

Asimismo en 2011 las acciones de la empresa se desplomaron y Lorenzo Zambrano se dijo “el primer sorprendido”; por supuesto esto no lo detuvo, al siguiente año comenzó el camino hacia la recuperación.

 

Hasta el día de su muerte Lorenzo Zambrano era miembro del Consejo de Administración de Cementos Chihuahua, IBM, Enseñanza e Investigación Superior y el Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey (MARCO).

 

Hombre polémico también, en 2010 se refirió a la crisis de inseguridad en Monterrey y a los empresarios que salieron huyendo del país ante la situación, cuando afirmó que “Quien se va de Monterrey es un cobarde. Hay que luchar por lo que creemos. Tenemos que retomar nuestra gran ciudad”.

 

Zambrano Treviño nunca se casó, ni tuvo hijos.

 

Cemex informó, a través de un comunicado, que el Consejo de Administración “se reunirá en los próximos días para tomar las decisiones que procedan”, y aseguraron que “la operación y administración del grupo continuará desarrollándose normalmente”.

 

Sucesor en Cemex enfrentará deuda por 17 mil mdd

 

Por Enrique Hernández

 

Cemex, una cementera internacionalizada por Lorenzo Zambrano, está obligada encontrar en los próximos días un sucesor, porque aún enfrenta una deuda por pagar de 17 mil millones de dólares.

 

“Seguramente el sucesor de Zambrano será una persona involucrada con la operación y que conozca Cemex, así como podría haber alguien de la familia que reúna todos los requisitos”, dijo Fernando Bolaños, analista Bursátil e industrial del Grupo Financiero Monex.

 

El analista recordó que hay varios familiares que están dentro del Consejo de Administración que podrán ser los sucesores.

 

“Probablemente se nombrará a una presidente interino en lo que deciden quién será de manera permanente”, comentó el especialista.

 

Según el reporte financiero al primer trimestre, Lorenzo Zambrano era primo hermano de Rogelio Zambrano Lozano, consejero de Cemex, así como primo segundo de Roberto Luis Zambrano Villarreal y tío segundo de Tomás Milmo Santos, ambos miembros de nuestro Consejo de Administración.

 

La empresa tiene una deuda de 17 mil 170 millones de dólares, la cual fue producto de la crisis económica provocada por la quiebra del banco de inversión Lehman Brothers.

 

En ese entonces el sector de la construcción fue uno de los más golpeados.

 

 

 Presencia mundial

 

La compañía está presente en más de 50 países a nivel mundial, donde genera alrededor de 43 mil empleados y tiene una capacidad de producción anual estimada de 94 millones de toneladas de cemento.

 

Cemex tiene 55 plantas de cemento, además de una participación minoritaria en 12 plantas cementeras, mil 784 plantas de concreto premezclado, 362 canteras de agregados, 222 centros de distribución terrestre y 63 terminales marítimas.

 

“Lorenzo Zambrano fue un empresario comprometido, un emprendedor con visión global y un incansable promotor de la competitividad de México y sus empresas”, señaló Juan Pablo Castañón, presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex).

 

Según el representante del sector patronal, el dueño de la cementera fue uno de los empresarios más exitosos y emblemáticos del siglo XX, así como demostró en la práctica la función social como creador de empleo y actor social responsable”.

 

“Su trabajo fue testimonio y prueba de que las empresas mexicanas pueden competir de igual a igual en el concierto mundial. Será un ejemplo para las futuras generaciones de líderes mexicanos”, agregó Castañón.