Hace poco tuve la fortuna de casarme con un hombre maravilloso y la verdad es que la boda me tenía muy emocionada por lo que implica la celebración, pero aún más, la luna de miel, ese viaje tan especial que se convierte en algo inolvidable.

Es por eso que estaré publicando los Guide Travel #honeymoon para poder compartir con ustedes los planes más románticos y los que, a mi parecer, son un must para cualquier pareja luna mielera o para enamorados del amor, porque finalmente, estas guías son para todos.

Después de la boda en Oaxaca donde nos reunimos con nuestras familias y mejores amigos, decidimos irnos a Puerto Escondido en el primer vuelo del día en una avionetita de hélices, de esas donde uno se persigna antes de subirse. Como era el primer vuelo del día, el aire estaba muy tranquilo, así que la avioneta ni se movió, por el contrario, disfrutamos mucho de los paisajes, que desde esa altura son impresionantes. Eran hermosos con todo y el amanecer incluido.

El trayecto duró de 30 a 40 minutos para llegar al aeropuerto y, de ahí, una media hora más al hotel, que literal, está en medio de la nada en una zona todavía virgen. Un sitio realmente espléndido.

Hotel

El Hotel Escondido, del Grupo Habita, era más de lo que nos imaginábamos, ideal para descansar de todo el estrés que traíamos, ideal para disfrutarnos, relajarnos, comer delicioso y seguir recordando todo lo que habíamos vivido unos días antes.

12Nos dieron la mejor cabaña de las 16 que existen: la número 1. Es la que más les conviene pedir, porque es la única que no tiene vecinos de un lado. Las cabañas son ecológicas y trabajan con celdas solares.

En el lugar ya nos esperaban con una botella de champaña y un riquísimo desayuno. El cuarto, además de tener una alberca privada y una hamaca, tiene una entrada por el lado del hotel y otra por la playa con un camino de cactus y nopales que protegen a este. Más tarde conocimos a Severino, quien fue el que construyó esos jardines, aprovechando la vegetación que ya existía ahí, un gran acierto para conservar la belleza de este lugar.

La alberca, de unos 50 metros y que recorre el hotel, es como si uno se metiera a nadar en una laguna. Desde ahí se puede apreciar un acantilado de piedras que se pueden escalar para llegar a una playa secreta, no les diré más para que ustedes mismos la descubran. Se llevarán grandes sorpresas.

Actividades

Ese día en la tarde tuvimos la fortuna de liberar a 42 tortuguitas que acababan de nacer y a las cuales tuvimos que proteger de varios cangrejos entusiastas que querían llevárselas a sus nidos. No se necesita ser una persona muy involucrada en la ecología para poder disfrutar de esta clase de ejercicios que resultan sanadores.

Existen las visitas en temporada para ver la luminiscencia en la laguna, pero también hay surf, spa, bicicletas, visitas a las playas de Puerto Escondido, retiros de yoga y la oportunidad de hacer tu propia fogata en la playa. Qué más se puede pedir con esta clases de actividades.

Shopping

Como el hotel esta en medio de la nada, si decides no salir de ahí, existe una tiendita boutique con muchos productos mexicanos como alpargatas de Maka, bikinis, relojes, trajes de baño, joyería, sombreros y bloqueadores, revistas y libros. Así que si se te olvidó algo, ahí tienen todo (la verdad es que me insolé y tuve que comprar un sombrero, bloqueador y unas alpargatas para escalar el acantilado.)

Comida

El restaurante del Escondido ofrece un menú muy mexicano como: chilaquiles en el desayuno, fruta y jugo recién preparado. Lo mejor de todo es que usan los productos frescos de cada día para preparar la comida y la cena que consta de 4 tiempos y dos opciones de menú. Nosotros desayunábamos y en la tarde nos íbamos a la alberca donde pedíamos un coco, el agua y algún cebiche de pescado para dejar espacio a la cena que siempre estuvo deliciosa.

Otro tip que nos dio Severino, nuestro amable anfitrión, por si quieren desayunar algo muy de Puerto Escondido, es ir a las 9:00 am o a la 1:00 pm a la construcción de al lado, que pronto estará lista para ser Casa Wabi. Ahí se encuentra Irma, su esposa, preparando quesadillas de requesón, quesillo y otras delicias, con masa y salsa recién hecha.

A todos los que planeen casarse en Oaxaca o cerca de ahí, les recomiendo que se tomen algunos días para pasar una luna de miel súper romántica en este lugar. Todos los que trabajan en el Hotel fueron muy amables y en realidad nos sentimos en casa fuera de casa.

Después de 4 maravillosos días, partimos en dirección al DF para recoger maletas y volar a Londres vía Madrid. De eso, ya les estaré contando en mi siguiente post de Guide Travel #honeymoon. ¡Saludos!