La tensión creció hoy en Ucrania con nuevos combates e incidentes violentos en las regiones rebeldes de Donetsk y Lugansk, mientras las autoridades celebraron en Járkov una segunda mesa redonda de unidad nacional, aparentemente ajenas a la deriva que vive su país.

 

El bastión prorruso de Slaviansk, sitiado por tropas ucranianas desde finales del pasado mes de abril, fue escenario de enfrentamientos armados y fuego de artillería durante la pasada madrugada en lo que pudo haber sido un nuevo intento de asaltar la ciudad por parte de las fuerzas de Kiev.

 

El autoproclamado alcalde popular de Slaviansk, Viacheslav Ponomariov, denunció que las fuerzas ucranianas dispararon fuego masivo de morteros y obuses contra Semionovka y destruyeron con ayuda de artillería un puente ferroviario en Andréyevka, dos localidades a las afueras de la ciudad.

 

Según numerosos testimonios citados por varios medios proucranianos, en las afueras de la ciudad se oyeron explosiones, las más fuertes desde el relanzamiento de la operación antiterrorista por Kiev, mientras varios cazas sobrevolaban la zona.

 

Rusia exigió hoy “el cese inmediato de las acciones militares” que llevan a cabo tropas ucranianas contra los rebeldes prorrusos en el sureste del país y denunció un nuevo intento de asaltar Slaviansk.

 

“Las tropas ucranianas intentaron de nuevo asaltar la ciudad con apoyo de la aviación. El fuego contra infraestructuras civiles ya se hace con artillería pesada. Existe un riesgo real para la vida de los ciudadanos pacíficos”, denunció el Ministerio de Asuntos Exteriores ruso.

 

Empeñados en cumplir con la hoja de ruta marcada por la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), que establece una serie de pasos antes de la celebración de las elecciones presidenciales del próximo 25 de mayo, las autoridades ucranianas volvieron a reunirse para buscar soluciones a una rebelión que avanza imparable y a cuyos líderes no quieren incluir en el diálogo.

 

El proucraniano presidente de la asamblea regional de Lugansk, Valeri Golenko, advirtió a los reunidos de que las soluciones que ofrece el Gobierno para sofocar el descontento popular en el sureste del país, como la descentralización del poder y un estatus especial para la lengua rusa, llegan a destiempo.

 

“Es necesario declarar con decisión y claridad que Ucrania debe convertirse en un Estado federal, o como poco, este estatus (de estados federados) lo deben recibir las regiones de Lugansk y Donetsk”, aseveró Golenko, que también pidió el fin de la operación antiterrorista contra los insurgentes prorrusos.

 

El primer ministro ucraniano, Arseni Yatseniuk, se manifestó tajantemente en contra de crear un Estado federal y aseguró que se resistirá “como ciudadano hasta las últimas consecuencias para que Ucrania no sea desmembrada”.

 

Para el jefe del Gobierno, que defendió la postura de la actual mayoría parlamentaria y de los dos candidatos favoritos a ganar las presidenciales, Ucrania debe ser un país centralista con amplias competencias en las regiones.

 

Mientras, el goteo de informaciones sobre incidentes violentos en distintos puntos de Donetsk y Lugansk continuaron a lo largo de toda la jornada.

 

Una mujer y un niño de siete años resultaron heridos en la ciudad de Makéyevka, muy cerca de la capital de Donetsk, tras ser tiroteados desde un coche cuando esperaban en una parada de transporte público, según el periódico digital local “Novosti Donbassa”.

 

Un hombre murió por disparos y otro resultó herido en Lugansk, capital de la homónima región rebelde, cuando se negaron a detener el coche en el que circulaban en un puesto de control levantado por las milicias insurgentes, denunció el Ministerio del Interior ucraniano.

 

Los rebeldes dieron su propia versión de los hechos, al asegurar que liquidaron a un miembro del radical movimiento Pravi Sektor (Sector de Derechas) e hirieron a otro al constatar que intentaban acceder en su coche a la ciudad.

 

Por si fuera poco y siguiendo un guión que recuerda cada vez más a Crimea, Kiev ha reconocido al menos dos deserciones en las últimas 24 horas.

 

La Guardia Nacional de Ucrania confirmó que un grupo de soldados profesionales integrados en sus filas cambiaron ayer de bando y juraron lealtad a la autoproclamada república popular de Donetsk.

 

Por otro lado, el ministro del Interior ucraniano, Arsén Avákov, dijo que otra traición permitió esta mañana la liberación del autoproclamado gobernador popular de Lugansk, Valeri Bolótov, detenido poco antes por los guardafronteras.

 

El Servicio Guardafronteras de Ucrania informó de que Bolótov fue liberado por al menos un centenar de milicianos prorrusos armados, tras “encarnizados combates” con sus efectivos.