Bajo la cúpula neobizantina revestida de oro, distintiva del número 40 del Boulevard Haussmann, en París, continúa una de las grandes historias colectivas de la moda en la capital francesa; manteniendo no sólo un icono inconfundible de estilo de vida, sino también renovándolo, expandiéndolo a nuevas propuestas que siguen entusiasmando a los parisinos y al mundo entero.
Se trata de las Galerías Lafayette, la tienda departamental que desde hace más de un siglo tomó el riesgo, con mucho éxito, de la “democratización de la moda”, permitiendo que una amplia clientela tuviera acceso a las tendencias de temporada, a precios accesibles y con el manejo de marcas exclusivas.
Por otro lado fue parte de un reajuste significativo en el rol de la mujer de inicios del siglo XX, abriendo la oportunidad de un trabajo remunerado para muchas parisinas, incluyendo la oportunidad de un ascenso laboral y social.
La tienda sigue siendo uno de los grandes atractivos para quienes visitan París, incluyendo a las celebridades. En la primera mitad del siglo pasado era el segundo momento parisino más visitado, después de la Torre Eiffel. La Duquesa de Windsor, la esposa del Aga Khan o la de Nikita Kruschev han sido algunas de las damas famosas que han estado en ella.
“Muchos viajeros incluyen las Galerías Lafayette como uno de los puntos imprescindibles en su visita a París, de tal modo que también para nosotros es fundamental atender a ese segmento. En sistemas exclusivos de reservaciones como Virtuoso incluimos atenciones especiales para sus clientes, como tarjetas de descuento y acceso privilegiado a nuestros servicios VIP”, dice Marie Bachelin, directora de promoción internacional de la departamental durante su reciente visita a México.
Agrega que los mexicanos son excelentes compradores de la tienda, y siempre hay un especial interés por estar al tanto de las novedades, las tendencias; de ahí que la empresa ponga especial atención en poner al tanto a contactos estratégicos como las agencias de viajes sobre los cambios y promociones de cada temporada.
Para que París enloquezca
En 1893, dos primos alsacianos, Théophile Bader y Alphonse Kahn, abrieron una tienda de novedades en una pequeña mercería de 70 m2, en la esquina de Lafayette y la Calzada d’Antin. Del lugar en que se encontraba y la forma de la tienda, donde se circulaba a lo largo de las secciones, nació el nombre Galeries Lafayette. La tienda presentaba la ventaja de encontrarse cerca de la Ópera y los grandes bulevares. De la vecina estación de Saint-Lazare, llegaba cada día una multitud de gente de París y de las provincias, atraída por los comercios.
Su éxito determinó un crecimiento sostenido tanto en el concepto como en sus dimensiones. En 1912 se inauguró la nave central, emblematizada por la soberbia cúpula realizada por el maestro vidriero Jacques Gruber. Una amplia lista de figuras de las artes decorativas han participado en la definición y evolución de tienda, posicionando virtualmente al inmueble como un edificio patrimonial.
“Théophile Bader soñaba con un ‘bazar de lujo’ en el que la abundancia y el esplendor de las mercancías resultara fasciente. La luz dorada, difuminada desde la cúpula, fue la respuesta a tal objetivo”, indica Marie.
Añade: “Hemos sido uno de los referentes de la moda desde hace más de un siglo y estamos en una renovación constante. Tenemos alrededor de 15 mil m2, distribuidos en tres edificios, dedicados al tema de la moda, con más de 350 marcas; 45 de ellas son exclusivas y más de la mitad son de carácter internacional.
“En el caso del segmento femenino, se trata de la colección más grande del mundo, a la vanguardia de las tendencias y concentrando las marcas más elegantes. Los asistentes de compras pueden seleccionar para nuestros clientes el vestuario ideal para cada cliente, entre las tendencias más actuales y la elegancia más sofisticada”.
Resalta que a lo largo del año se realizan diversos desfiles privados. En cualquier caso es importante reservar vía e-mail o por vía telefónica. “Si tienen programado viajar a París y quieren asistir a algunos de ellos, basta con que nos envíen un correo para reservarles un lugar”.
“Contamos con diversos servicios personalizados, como son vestidores privados, servicio especial de alimentos, acompañantes para auxiliar durante las compras; además de un salón de pedicure, un espacio muy especial, diseñado por los arquitectos Patrick Jouin y Sanjit Manju. Incluso ponemos un apartamento a disposición de nuestros visitantes, donde el esposo puede descansar, por ejemplo, mientras la señora hace las compras”, explica Marie.
Todo un banquete
El área gourmet guarda también una especial relevancia. La ejecutiva comenta que a lo largo de los próximos meses se realizarán diversos ajustes que harán aún más impresionante la propuesta gastronómica que actualmente incluye 26 restaurantes y tres puntos de venta en los tres edificios que comprende la tienda. El área aproximada es de 3 mil metros.
“Poseemos una completa gama de productos alimenticios que van de lo cotidiano a lo excepcional, con servicio de entrega a domicilio. Nuestra propuesta incluye platos y manjares tradicionales, una amplia gama de productos del territorio francés y especialidades de las grandes marcas. Los mostradores de degustación son una tentación irresistible: es un espacio gourmet único en París, con nombres míticos como Dalloyau, Pierre Hermé Paris, Jean-Paul Hévin, Mariage Frères y Petrossian, entre otros.
“La Biblioteca de Vinos es uno de nuestros espacios estelares, y dentro de ella resalta La Bordeauxtéque, un área de 250 m2 dedicado exclusivamente a los vinos de Bordeaux. Tras el éxito de la Biblioteca, este concepto se ha definido literalmente como una embajada vinícola que ofrece más de mil referencias, tanto para neófitos como para especialistas. Pueden encontrarse desde 5 euros hasta expresiones míticas de Petrus o Chateau D’Yquem; añadas recientes y años legendarios desde 1919; al igual que botellas de pequeño y gran formato, hasta un Imperial, de seis litros. Indudablemente es una experiencia única para los amantes del vino”, recalca Marie Bachelin.