Un escándalo estalló hoy en Argentina, luego de que el gobierno difundiera una carta atribuida al Papa Francisco y enviada a la presidenta Cristina Fernández, que resultó ser falsa.

 

Esta mañana, la oficina de la Presidencia difundió una misiva en la que el Papa habría saludado a Fernández “con motivo de la Fiesta Nacional, junto con mi más sentida felicitación a todos los argentinos”, en alusión al aniversario de la Revolución de Mayo, que se celebrará el próximo domingo.

 

En el escrito apócrifo, Francisco pediría al Señor “por intercesión de María Santísima de Luján, que encuentren caminos de convivencia pacífica, de diálogo constructivo y mutua colaboración, y crezca así por doquier la solidaridad, la concordia y la justicia”.

 

Sin embargo, horas después, el oficial de Protocolo del Vaticano, Guillermo Karcher, aclaró que la carta era falsa.

 

“Me enteré del papelito por los medios de comunicación, yo lo recibí por WhatsApp, Francisco se quedó atónito”, explicó Karcher.

 

El funcionario del Vaticano advirtió que “es de mal gusto poner el nombre del Papa en una carta falsa, no es justo, con el Papa no se juega”.

 

Por la noche, el responsable de Culto del gobierno argentino, Guillermo Oliveri, y el secretario general de la Presidencia, Óscar Parrilli, explicaron en rueda de prensa, en medio de críticas, que la carta llegó por los canales normales que suele utilizar la Nunciatura.

 

Los funcionarios agregaron que incluso una secretaria del nuncio confirmó el trámite.

 

Oliveró afirmó que “la misma persona que en nombre del nuncio entrega su correspondencia dejó una misiva y un sobre cerrado destinado a la jefa de Estado. Como estaba a nombre de la presidenta, la remitimos al secretario Óscar Parrilli”, explicó.

 

Parrilli, por su parte, indicó que recibió el documento a última hora de la tarde, e incluso se lo leyó por teléfono a la presidenta, quien dio la orden de que se hiciera público, ya que incluía un saludo y una felicitación al pueblo argentino.