ROMA. La identificación definitiva de los restos de Lisa Gherardini, mejor conocida como la Mona Lisa o La Gioconda, por el célebre cuadro pintado por Leonardo Da Vinci, podría concluir en los próximos meses, según los responsables del equipo científico que desde hace años busca su paradero.
La escrupulosa investigación está “en su fase final”, dijo en entrevista Silvano Vinceti, presidente del Comité Nacional para la Valorización de los Bienes Históricos, Culturales y Ambientales.
Considerado uno de los principales “Tomb raiders” (asalta tumbas) de Italia y famoso por haber encontrado los restos del pintor Caravaggio, Vinceti explicó que la investigación para establecer definitivamente la identidad de la Mona Lisa está en una etapa “muy delicada”.
Informó que en abril pasado fueron extraídos de la capilla de los Mártires de la basílica de la Santísima Anunciación de Florencia varios restos humanos, entre ellos los que pertenecieron al hijo de Gherardini, Piero, y a su marido, Francesco “Il Giocondo”.
Esos despojos fueron trasladados a un laboratorio de la Universidad de Bolonia, donde será analizado el ADN de los huesos de Piero para compararlo con otros de los restos encontrados en el ex convento de Santa Úrsula, también en Florencia y que se supone pertenecen a la Gioconda.
No se descarta, explicó, que entre los restos de la basílica de la Santísima Anunciación pudieran estar los de la propia Gherardini, trasladados a la capilla familiar años después de su muerte.
El historiador dijo que no existe ya ninguna duda que fue Lisa Gherardini la modelo que inspiró a Leonardo Da Vinci a pintar a inicios del siglo XVI su famoso cuadro de La Gioconda o la Mona Lisa, expuesto actualmente en el museo Louvre de París.
Y es que en el pasado se tenía la hipótesis de que La Gioconda era un retrato de Isabella D’Este, marquesa de Mantova; que era el rostro de Pacífica Branani, amante de Giuliano de Medici (hijo de Lorenzo, Señor de Florencia), que incluso era un hombre disfrazado (el presunto amante de Leonardo) o hasta que se trataba de un autoretrato.
“Hay dos documentos, uno es un libro encontrado en una biblioteca de Heidelberg, Alemania, hace cinco años, que incluye al margen una cita de Agostino Vespucci, primo de Amerigo Vespucci y secretario de Nicolás Maquiavelo, en la que confirmaba que Lisa Gherardini fue la modelo de Leonardo”, resaltó Vinceti.
La anotación, de seis líneas, data de octubre de 1503 y establece que en ese entonces Leonardo trabajaba en tres obras pictóricas, entre ellas el retrato de Lisa Gherardini. El libro en el que se hizo la referencia pertenece al autor Marco Tulio Cicerón y fue editado a finales del siglo XV.
Cuando fue dado a conocer ese descubrimiento, el historiador Carlo Pedretti, uno de los máximos expertos en Leonardo Da Vinci, reconoció que era equivocada su teoría de que la modelo que posó para el cuadro había sido la amante de Giuliano de Medici.
La segunda prueba es, según Vinceti, aún más importante, y fue el análisis completo que en 2004 el Louvre hizo al cuadro y gracias al cual se descubrió que cuenta con tres estratificaciones, en la primera de las cuales la famosa sonrisa de La Gioconda no existe.
Ello permitió confirmar las versiones del pintor e inventor florentino Giorgio Vassari, amigo de Leonardo, que fue testigo de la realización del retrato y escribió que para liberar a su mujer de la tristeza, Il Giocondo llamó a juglares de corte para que la hicieran reir.
Vinceti confirmó que este mismo año se espera tener los resultados que permitan establecer de una vez por todas la identidad de la Mona Lisa y dijo que si ello se lograra, la siguiente fase sería la de reconstruir con las técnicas más avanzadas su rostro para compararlo con el cuadro del Louvre.
Más pesimista se mostró el investigador Giorgio Gruppioni, responsable del laboratorio de Antropología Ósea de la Universidad de Bolonia, quien dijo que la búsqueda se enfrenta con un obstáculo inesperado: el deterioro extremo de los restos extraídos de la basílica de la Santísima Anunciación.
“El problema es que descubrimos restos completamente deteriorados porque la cripta fue invadida repetidamente por el agua y la humedad está entre los agentes más degradadores no sólo de los tejidos, sino también de los huesos y del propio ADN”, explicó Gruppioni.
Dijo que casi todos los restos estaban hechos polvo y que solamente se pudieron rescatar fragmentos de hueso de la cadera, de huesos largos y algunos dientes, por lo que será muy difícil extraer el ADN.
Confirmó que la respuesta definitiva se espera para este año y dijo que, en caso de que no se puedan usar los huesos, solamente quedará la vía de identificar una eventual línea de sucesión de Gherardini y encontrar a alguno de sus descendientes por línea femenina para hacer la comparación del ADN mitocondrial.
La Mona Lisa (Doña Lisa, en el italiano de la época), aparentemente nació en 1479 y tras la muerte de su marido en 1538, se enclaustró en el convento de Santa Úrsula, donde presuntamente falleció y fue sepultada en 1542.