El gobierno mexicano anunció hoy que ha detectado brotes de diarrea epidémica porcina (DEP) en 17 de los 19 estados del país donde se han realizado pruebas a las unidades de producción pecuaria.

 

La Secretaría de Agricultura, Ganado, Pesca y Alimentación (Sagarpa) indicó en un comunicado que la enfermedad, que afecta sólo “a los lechones” sin repercutir en los humanos, “no representa un problema de salud animal grave ni afecta el ritmo de producción nacional”.

 

La incidencia es menor al 1 % “en relación con el inventario de 16 millones de cabezas de ganado porcino”, señaló en un informe sobre la enfermedad presentado a la Organización Mundial de Salud Animal (OIE, por sus siglas en francés).

 

La OIE pidió a sus países miembros reunir información sobre la existencia o no del virus en sus unidades de producción después de que se reportaran casos en Estados Unidos, Canadá, Japón, Corea del Sur y Alemania.

 

México restringió en junio del año pasado la importación de cerdos vivos de EU, un mes después de que fuera detectado el virus en el país vecino, y aumentó la vigilancia epidemiológica en zonas porcícolas para detectar cualquier incremento anormal de la mortalidad de cerdos.

 

En los últimos nueve meses el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) tomó dos mil 309 muestras en unidades de producción de 19 estados, de las cuales sólo el 30 % resultaron positivas para DEP (unos 770 casos).

 

Los estados donde se detectó la enfermedad son Aguascalientes, Baja California, Colima, Distrito Federal, Guanajuato, Guerrero, Jalisco, Estado de México, Michoacán, Morelos, Nuevo León, Puebla, Querétaro, Sinaloa, Sonora, Tlaxcala y Veracruz.

 

El Senasica ha tomado varias medidas para frenar la expansión de la enfermedad, entre ellas la creación de un grupo técnico “para detectar oportunamente brotes” y la distribución de una guía rápida para la vigilancia epidemiológica.

 

Además, pidió a los productores aumentar las medidas de bioseguridad y controles en las granjas porcinas, e intensificó el proceso de diagnóstico mediante técnicas de biología molecular, precisó la Secretaría de Agricultura.

 

Esta enfermedad es similar a la gastroenteritis transmisible del cerdo, muy común en estos animales. La única forma de diferenciarlas es mediante pruebas de laboratorio, aunque la DEP es más grave en los lechones recién nacidos.

 

La transmisión se da por introducción de animales infectados o por equipo contaminado.