TERESÓPOLIS. La selección brasileña fue recibida hoy con pequeñas protestas y decenas de hinchas a su llegada a la ciudad serrana de Teresópolis, a 100 kilómetros de Río de Janeiro, donde comenzó su concentración para el Mundial.
La única ausencia en la lista de 23 convocados por el seleccionador nacional, Luiz Felipe Scolari, fue la del lateral izquierdo Marcelo, quien tiene permiso para incorporarse hasta mañana al grupo, por los festejos de la victoria del Real Madrid en la Liga de los Campeones.
Los jugadores se reunieron en el aeropuerto internacional Antonio Carlos Jobim Galeão, de Río de Janeiro, donde un grupo de profesores colocó adhesivos en el autobús en demanda de más inversiones en la educación, lo que retrasó la salida del autobús de la selección cerca de media hora.
Desde Río la selección viajó por carretera hasta el centro de entrenamientos de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), la Granja Comary, situada en Teresópolis, municipio enclavado en la Sierra dos Órgãos.
A su llegada a Teresópolis, decenas de aficionados, vestidos con camisetas de Brasil, pelucas verdes y amarillas y portando banderas, recibieron con vítores a la selección.
En Teresópolis también se concentró un grupo de manifestantes, identificados con siglas de partidos de izquierda y con camisetas en las que estaba escrito en inglés Fifa go home.
Los manifestantes recibieron a la selección con gritos en demanda de más servicios sociales y avisando que habrá protestas durante el Mundial, que se celebra entre el 12 de junio y el 13 de julio. (EFE)