La Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos (NSA, por sus siglas en inglés) es capaz de guardar todos los datos que circulan a través de los teléfonos celulares de México, Kenia y Filipinas. En las Bahamas y probablemente en Afganistán, hace eso y graba también todas las llamadas de voz todos los días. Los expertos en sus centros de análisis pueden almacenar esa información 30 días.
Lo anterior fue confirmado por nuevos documentos desclasificados en The Intercept hace unos días, documentos de Edward Snowden, el ex contratista de la NSA que continúa revelando al mundo los secretos negros de los hackers y espías oficiales de Estados Unidos. Y digo confirmado porque The Washington Post reveló la existencia de Mystic en un reportaje en marzo.
Salió la nota y se hizo un escándalo en todo el mundo, pero nada pasó en México. Resulta que el programa Mystic fue planeado para monitorear secretamente las telecomunicaciones de esos cinco países.
Uno de los países es un misterio porque The Intercept lo tachó de sus documentos confidenciales que comparte con sus lectores, porque dice que si publica el nombre de la nación podría incrementarse la violencia. Los expertos creen que se trata de Afganistán, en primer lugar porque el espacio tachado con negro coincide con sus 10 letras, y también por la situación que podría desencadenarse ahí si se confirma esta intromisión de Estados Unidos.
Mystic recorre las redes móviles y guarda la llamada “metadata”, que algunos definen como los datos de los datos, y que el equipo de Gleen Grenwald en The Intercept nos explica como la información que revela las horas, fuentes y destino de las llamadas que se hacen.
Somalget es la herramienta que le permite a la NSA absorber y guardar toda la información de todas las conversaciones que se realizan en un país entero.
The Intercept dice que el programa levanta preguntas profundas acerca de la naturaleza y el alcance del espionaje estadunidense. Los altos mandos de inteligencia de la nación encabezada por Barack Obama justifican sus esfuerzos de intromisión y violaciones a la soberanía de otras naciones citando amenazas a su seguridad nacional y las amenazas del terrorismo y naciones rivales como Rusia e Irán, China o Corea del Norte.
Pero dice que los documentos de Somalget indican que el sistema avanzado fue desplegado en Bahamas para localizar narcotraficantes internacionales y traficantes de personas. Algo, dice el equipo de Greenwald, lejos, muy lejos del discurso del terror y las armas de destrucción masiva.
“Al poner en la mira toda la red móvil de las Bahamas, la NSA está recolectando intencionalmente y reteniendo inteligencia de millones de personas que no han sido acusadas de ningún crimen o actividad terrorista”, dicen los reporteros del sitio independiente y atacado por la mass media tradicional. “Casi cinco millones de estadunidenses visitan el país cada año, y mucho prominentes ciudadanos de Estados Unidos tienen casas ahí, incluyendo al senador Tom Harkin, de Iowa, Bill Gates y Oprah Winfrey”.
Explicado de una manera más sencilla por Ryan Deveraux, Glenn Greenwald y Laura Poitras:
Si todas las llamadas de celular de una nación fueran un menú de programas de televisión, TV shows, Mystic sería la guía de programas de cable que te dice cuáles canales están disponibles y cuándo. Somalget sería el DVR que automáticamente graba todos los shows, de todos los canales y los guarda por un mes. Mystic provee el acceso. Somalget el almacenamiento masivo necesario para guardar todas esas llamadas y mensajes y luego hacer los análisis.
Somalget se encarga de grabar todas las llamadas en Bahamas y un segundo país. Es capaz de guardar más de 100 millones de conversaciones por día.
Eveningeasel, de acuerdo con Der Spiegel, es el nombre clave del programa para espiar las llamadas de celular en México y guardar los SMS. El mismo programa que menciona que se utilizó para espiar a Enrique Peña Nieto, el presidente de este país.
EVENINGEASEL, dice uno de los documentos desclasificados por The Intercept hace unos días, tiene su tecnología en este país. Der Spiegel dijo en octubre de 2013 que los espías y hackers del gobierno estadunidense operan desde la Embajada de Estados Unidos en la Ciudad de México.