Con una gira por los 31 estados y el Distrito Federal, el ex candidato a presidente nacional del PAN, Ernesto Cordero, comenzó a reunir fuerzas para crear una corriente panista que “no descansará hasta reconstruir al panismo” y que mantendrá los ojos sobre el desempeño de Gustavo Madero al frente de Acción Nacional.
La supuesta ala humanista, en la que también participa Juan Manuel Oliva, ex compañero de fórmula de Cordero, se aglutina en medio de una negociación trabada con el ahora presidente del blanquiazul, Gustavo Madero, según fuentes al interior del PAN.
Las reuniones de Cordero con la estructura nacional de campaña de todo el país comenzaron este fin de semana en Querétaro y, ayer, se registró un encuentro en Tlaxcala, donde los corderistas aseveraron que esta fuerza no se rendirá hasta reconstruir al Partido Acción Nacional (PAN).
Esta nueva corriente es impulsada por senadores, diputados federales y locales, y liderazgos panistas de todo el país, entre ellos la senadora por Tlaxcala, Adriana Dávila; la ex diputada federal, Raquel Jiménez, y el diputado federal Maximiliano Cortázar, coordinador de la entonces campaña y coordinadores estatales. Sin embargo, el más importante es el impulso de uno de los fundadores de Acción Nacional, Luis H. Álvarez.
“De este equipo saldrá la fuerza para cambiar a nuestro partido y volver a ser una alternativa de gobierno para México”, declaró Cordero en una de las reuniones, de acuerdo con las fuentes consultadas.
Se traban negociaciones
Panistas del ala maderista, entrevistados por 24 HORAS, indican que Cordero se ha alejado de un posible acuerdo con Gustavo Madero.
Según las mismas fuentes, esta negociación quedó trabada luego de que ambos panistas se negaron a ceder espacios. Cordero pidió el relevo de los coordinadores parlamentarios del PAN en el Senado y Cámara de Diputados, Jorge Luis Preciado y Luis Alberto Villarreal, respectivamente.
No obstante, Madero se negó a cambiar a sus coordinadores de bancada y, por el contrario, los ratificó el mismo día de tomar posesión como presidente reelecto del partido para el periodo 2014-2015.
Asimismo, Cordero exigía espacios al interior del PAN, en las direcciones y en la Comisión Permanente del blanquiazul. Pero las ofertas de Madero fueron escasas y hasta ayer las negociaciones seguían suspendidas.
Los golpes en campaña
La alianza contra la pasada y actual dirigencia nacional del PAN, ambas encabezadas por Madero, se gestó desde principios de marzo, cuando Ernesto Cordero y Juan Manuel Oliva, ex gobernador de Guanajuato, firmaron un pacto para ir en fórmula rumbo a la presidencia nacional del blanquiazul y la secretaría general, respectivamente.
Durante las campañas, los corderistas no cesaron en dar golpes contra su rival, principalmente, por usar “prácticas priistas” de compa de votos y tejer una red de gobernadores afines a los maderistas para ganar las elecciones, así como criticar el desempeño del panismo desde que Madero tomó la dirigencia nacional en 2010.
Sin embargo, después de perder las elecciones del 18 de mayo, con 14 puntos de diferencia con respecto a Madero, Cordero insiste en hacer una reestructuración de Acción Nacional.
“La honestidad seguirá siendo una de nuestras luchas, queremos que el PAN vuelva a sus orígenes éticos”, fue una de las frases con las que Cordero lanzó una corriente política, paralela al proyecto maderista.
De acuerdo con Juan Manuel Oliva, ex candidato a secretario general, con esta nueva corrientes se anunciará que el PAN está de regreso. “El PAN que hará temblar al Partido Revolucionario institucional (PRI)”.