Para Manuel Camacho Solís, quien fungió como Comisionado para la Paz en Chiapas cuando el levantamiento zapatista en 1994, la reconversión del subcomandante insurgente Marcos en Galeano y sus acciones este fin de semana, son ante todo una acción “defensiva” del EZLN.
No un fracaso del movimiento, como algunos quieren ver -subraya-, sino un “cambio de época” y una reacción “vinculada con la situación de fragilidad” que se vive en el país.
De hecho, menciona, Marcos envió varios mensajes políticos este fin de semana:
-Uno de ellos, dejar muy claro que por ningún motivo el EZLN está buscando la guerra. Esto, por si el gobierno estuviera planteándose entrar a desarmarlos (tal y como está ocurriendo en Guerrero y en Michoacán).
-Otro, evitar que alguien quiera alzarse con el trofeo de la detención del sub Marcos (por ahí hay quienes andan con esas ansias de novillero). O sea, es una acción preventiva para que nadie se apunte ese “éxito político”
-Un tercero, concentrar y replegar al movimiento para evitar que los sorprendan y aclarar la situación de los mandos en la zona.
¿Por qué todo lo anterior? En opinión de Camacho, los zapatistas “sintieron alguna tensión fuerte en la zona” y precisamente por ello decidieron “quitar tensión” de su parte. De ahí su mensaje en el sentido de que no van a recurrir a la violencia, o a la guerra.
“No demos pretexto de que vuelva el 94”, parecen decir; y además “hacen más indígena” el movimiento.
Incluso, dice, es de llamar la atención que los zapatistas no mostraran las armas y que Marcos apareciera con un machete a su espalda y no con un fusil de asalto.
En conclusión, en opinión de Camacho, lo que vimos este fin de semana fue una “acción defensiva” del EZ para bajar costos, enviar el mensaje de que por ningún motivo están buscando la guerra y cerrar el paso al gobierno de una “victoria política”.
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SUBCOMANDANTE INSURGENTE GALEANO.- Tomar el nombre de los que van muriendo -o viven- “es una tradición”, no es una cosa retórica, comenta Luis Hernández Navarro, coordinador de Opinión de La Jornada, a propósito del fin de Marcos y el nacimiento del Subcomandante insurgente Galeano.
El propio sub Marcos, recuerda, tomó ese nombre de un combatiente de las Fuerzas de Liberación Nacional (movimiento guerrillero surgido en 1969, mismo que en 1983 dio paso al EZLN). Y ahora está la reencarnación de Galeano.
Conocedor profundo del movimiento zapatista, Hernández considera que el asesinato de (José Luis López) Galeano -perpetrado el 2 de mayo pasado por miembros de la CIOAC-H, fuerzas paramilitares y mandos de contra insurgencia del Estado, a decir de los zapatistas- “es más grave de lo que parece”.
Los ocurrido en Chiapas “no es accidental”, apunta; hay una “ofensiva no escandalosa” en contra del Ejército Zapatista que se inscribe en lo que está ocurriendo en el desarme en Guerrero y en Michoacán.
“Es muy posible que los zapatistas piensen que también quieren desarmarlos a ellos”, asienta.
Ante ese panorama, Hernández cree que el EZ necesitaba hacer una demostración de fuerza y al mismo tiempo precisar su proyecto en el sentido de subrayar que no son una fuerza electoral ni una fuerza armada.
Es una manera de decir “queremos autonomía y autogobernarnos”.
Tal es para Hernández el mensaje que enviaron desde las montañas del sureste mexicano. Esto, desde su muy personal punto de vista, pues el articulista publica en La Jornada, un medio de paga -¿ser asalariado te convierte en enemigo?, pregunta- y no en uno alternativo (los elegidos ahora por el EZ para hacer política).
Y en cuanto a la línea de mando, concluye, no es novedad: “Estaba clara desde que nombraron a Moisés hace aproximadamente un año, pero no lo pelamos”.
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GEMAS: Regalito del diario The Economist, a propósito del comportamiento de la secretaría de Hacienda sobre las expectativas de crecimiento: “En lo que va del año, el gobierno de México se ha parecido a uno de los muchos devotos de San Judas, santo patrón de las causas perdidas”.