México es la segunda economía en América Latina, la cuarta en el continente y la décimo cuarta en el mundo, lo que convierte al país en un terreno propicio para la inversión extranjera, señaló la Secretaría de Economía (SE).

 

En su cuenta de Twitter, la dependencia publica un documento en el que expone que la estabilidad macroeconómica con la que cuenta el país desde hace más de 15 años es otro de los motivos para invertir.

 

Lo anterior, explica, como resultado de una política monetaria autónoma, un tipo de cambio flexible, finanzas públicas sanas y un sistema financiero robusto.

 

Además, refiere la dependencia, México cuenta con una economía abierta, un compromiso con el libre comercio y la movilidad e integración de capitales, lo que le permite competir en el mundo.

 

A su vez, cuenta con 10 tratados de libre comercio, con los que productos mexicanos tienen acceso preferencial a un mercado de más de mil 200 millones de consumidores en 45 países.

 

En ese sentido, precisa que con Estados Unidos el comercio asciende a 500 mil millones de dólares anuales, al exportar productos por más de 280 mil millones, lo que equivale a 2.6 veces más de lo que exportan juntos Brasil, Rusia, India y Sudáfrica a la Unión Americana.

 

Capital humano

 

La Secretaría de Economía señala que el capital humano y condiciones demográficas óptimas con las que cuenta el país para impulsar el crecimiento son razones importantes para la inversión extranjera.

 

Al respecto, apunta, los mexicanos cuentan con mayor nivel escolar y de especialización, ya que anualmente se gradúan 110 mil ingenieros y tecnólogos, cifra con la que supera a países como Alemania o Brasil.

 

Además, México es el octavo productor y cuarto exportador de automóviles en el ámbito global, por lo que se consolida en los sectores manufactureros y de alto nivel tecnológico al prevalecer la industria automotriz y aeroespacial.

 

Agrega que durante 2013 se impulsaron reformas que buscan transformar, fortalecer y complementarse, para que el Estado cuente con bases legales que aceleren la transformación en un país con democracia plena.