Durante el sexenio 1994-2000, Ernesto Zedillo desarrolló un enfermizo distanciamiento con las bases priistas, que provocaron que el tricolor perdiera la Presidencia de la República ante el Partido Acción Nacional (PAN) en el 2000, acusó el secretario de organización del PRI, José Encarnación Alfaro Cáceres.
En un evento con organizaciones campesinas en la sede nacional del Partido Revolucionario Institucional, dijo que aunque Zedillo llegó al poder impulsado por el PRI, su gobierno se alejó de los principios del partido.
“El Presidente de la República que llegó al poder seis años antes de que perdiéramos la elección presidencial (Ernesto Zedillo), hizo todo lo posible, en un esquema enfermizo, de distancia que fue más bien un enfermizo distanciamiento del partido, hizo todo lo posible por resquebrajar las bases de organización y de vinculación de nuestro partido con sus sectores fundamentales”, sostuvo ante casi 500 priistas en la sede nacional.
Y aunque Zedillo obtuvo casi los mismos votos que Carlos Salinas en las elecciones presidenciales de 1988, de 1994 al 2000 se disminuyó la fuerza del PRI que derivó en la conclusión de la hegemonía priista y la pérdida de la silla presidencial a manos del panista Vicente Fox Quezada, quien ganó con casi 16 millones de votos de diferencia, dos millones más que su entonces adversario del tricolor, Francisco Labastida.
Esta desvinculación del sexenio zedillista, según Alfaro Cáceres, disminuyó la fuerza del Revolucionario Institucional a tal grado “que fue posible que perdiéramos Presidencia de la República. Pasamos 18 años (de 1994 a 2012) en un esquema de partido desvinculado del beneficio del poder de la Presidencia de la República”.
“Desde ahí comenzamos a perder capacidad de gestión y empezamos a desviar los propósitos de la Revolución Mexicana que encuentra sus principales raíces en las mujeres y hombres del campo”, aseveró.
Van por más
Sin embargo, aseveró que aunque muchos dieron por muerto al PRI cuando perdió la Presidencia, en 2012 –tras 12 años de gobiernos panistas- regresaron porque en lugar de “llorar la derrota”, volvieron a sus principios y su ideología que, ahora, permitirá al PRI mantener la Presidencia de la República en 2018.
“En todas las columnas políticas a lo largo de la República Mexicana decían ‘se murió el dinosaurio’, ‘se acabó el PRI’, pero no estaba muerto ni andaba de parranda, el PRI estaba aprendiendo de la lección que le dio la sociedad con esa derrota del 2000”, manifestó.
Actualmente, después de un año y medio del gobierno de Enrique Peña Nieto, según el secretario de organización, se gobierna con todos los partidos de México pero con la línea ideológica del Revolucionario Institucional.