El gobierno brasileño anunció hoy que los distribuidores de combustibles tendrán que elevar a partir de junio el porcentaje de biodiesel mezclado en el diesel mineral desde el actual 5 % hasta un 6 %, en una medida destinada a reducir las importaciones de combustibles y las emisiones contaminantes.

 

La elevación del consumo de diesel de origen vegetal fue incluida en un decreto ejecutivo firmado hoy por la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, y que igualmente determina que el porcentaje de biodiesel en el combustible sea elevado obligatoriamente a un 7 % a partir de noviembre próximo.

 

La medida también busca incentivar la producción de pequeños agricultores que se dedican al cultivo de oleaginosas como ricino, algodón y girasol, de los que el gobierno compra gran parte de la materia prima usada para la producción de biodiesel.

 

Según cálculos del Ministerio de Minas y Energía, a cada punto porcentual de biodiesel mezclado en el diesel mineral distribuido en el país, la demanda por el combustible vegetal aumenta en 600 millones de litros.

 

La jefa de Estado, en un acto en el Palacio presidencial de Planalto, aseguró que Brasil tiene actualmente condiciones, “sin estrés”, para garantizar el abastecimiento del biodiesel necesario para elevar hasta en 7 % la mezcla con el combustible.

 

“La producción de nuestros pequeños agricultores y la producción de los grandes agricultores que cultivan soja (otra oleaginosa usada como materia prima) sustentan esa elevación”, aseguró la mandataria al destacar que Brasil se situó en los últimos años como el tercer mayor productor mundial de biodiesel.

 

Según la presidenta, la participación de pequeños agricultores en el programa de producción de biodiesel y la matriz energética brasileña menos dependiente de fuentes fósiles diferencian el mercado de combustibles del país.

 

“Inicialmente, a la crisis de petróleo respondimos con la decisión de mezclarle etanol (otro combustible vegetal) a la gasolina. Después desarrollamos la tecnología flex-fuel (con la cual un automóvil consume indistintamente gasolina o etanol) que permite al consumidor decidir qué combustible usa”, afirmó.

 

Ahora, agregó, “contribuimos a la reducción de las emisiones contaminantes con nuestra política de elevar cada vez más la cantidad del diesel vegetal mezclado”.

 

La mandataria agregó que la decisión no perjudica al consumidor debido a que la actual coyuntura de precios permite que el diesel vegetal sea más sustentable que el mineral que Brasil importa.

 

“Estamos seguros que, en la actual coyuntura, el aumento del consumo del biodiesel no tiene ningún impacto significativo en los precios”, afirmó.

 

En la misma ceremonia el ministro de Minas y Energía, Edison Lobao, aseguró que el aumento del biodiesel en el diesel comercial garantiza una reducción de 23 millones de toneladas de dióxido de carbono en las emisiones brasileñas hasta el 2020.

 

“Esa reducción facilita los compromisos asumidos por Brasil ante la ONU de reducción de emisiones contaminantes”, afirmó el ministro.

 

Lobao destacó que la decisión igualmente reduce en mil 200 millones de litros la cantidad de diesel que Brasil tiene que importar anualmente para garantizar el consumo interno del combustible.

 

Tal reducción, agregó el ministro, garantiza un ahorro de mil millones de dólares en las importaciones brasileñas y favorece la balanza comercial del país.