SAO PAULO. Los conductores de autobuses de Río de Janeiro iniciaron un paro de 24 horas este miércoles para reclamar mejores condiciones salariales, a solo dos semanas de que inicie el Mundial.
Esta es la tercera huelga en lo que va del mes y pretendía ser total, luego de que en una asamblea realizada este martes en la capital carioca, el gremio de conductores y cobradores aprobó la decisión de parar el 100% de las unidades.
Sin embargo, al final aceptaron acatar la determinación judicial de mantener el 30 % de la flota en las calles.
Los conductores exigen un aumento salarial del 40 % y rechazan un acuerdo alcanzado en abril pasado por el sindicato que los representa, en el que se acordó un incremento del 10 % con los propietarios de las empresas de autobuses.
Además se prevé que los choferes realicen el viernes una nueva asamblea, en la que, en caso de que no se atiendan las reivindicaciones, podrían decretar huelga por tiempo indeterminado, según representantes del colectivo.