La iniciativa privada se encuentra en diálogo permanente con el gobierno. Existe, asegura Juan Pablo Castañón, presidente de la Confederación Patronal Mexicana (Coparmex), una “extraordinaria relación”, pese a sus diferencias. La reforma hacendaria ha sido uno de los mayores desencuentros. La economía y el empresariado mexicano aún recienten sus efectos y por ello llama a una doble revisión: ajustes inmediatos a la ley vigente, y analizar la viabilidad de un nuevo marco tributario para el próximo año.
En entrevista con 24 Horas, el dirigente señala la necesidad de apoyar en particular a las micro y pequeñas empresas para detonar la inversión, la creación de empleos y el crecimiento económico.
La política fiscal sigue preocupando a la iniciativa privada, que busca hacer ajustes. ¿Los están negociando con el gobierno?
En el acuerdo fiscal del gabinete económico se menciona que si las variables económicas se complican estaban dispuestos a hacer ajustes. Esto nos permite que en el diálogo con la propia Secretaría (de Hacienda) estemos motivándolos a que, sin modificar la ley fiscal, den mayores facilidades a los micro empresarios, que haya mecanismos para regresar los impuestos necesarios y que se pueda decretar de alguna forma mayores facilidades para la inversión, y que al mismo tiempo empecemos a reflexionar sobre la posibilidad de hacer una nueva ley fiscal para 2015. Esto no significaría ninguna debilidad, sino el reflejo de que vamos juntos observando la economía. Las variables pueden cambiar, el entorno internacional puede cambiar y por tanto insistimos en que revisemos.
¿Cuál es el factor de esta nueva política fiscal que más afecta a las empresas?
Si pudiéramos resumir en tres yo diría que necesitamos reactivar la inversión, y una medida de deducibilidad inmediata daría un signo muy positivo; además, la deducibilidad de las prestaciones sociales ha tenido un impacto muy importante en los ingresos de los trabajadores y la viabilidad de muchas empresas, y por otro lado incorporar a las pequeñas empresas al régimen general de tributación ha sido complicado, y bien podríamos tener un periodo de transición.
¿No es un tema de quitar o aumentar impuestos, sino de ajustes a la política fiscal?
En el corto plazo sí, de facilidades en este momento, de promoción, pero en el mediano plazo si se necesita una revisión profunda de nuestro marco fiscal. Nunca vamos a llegar al marco ideal, pero si podemos avanzar en promover que la iniciativa de los particulares se premie y que puedan tener posibilidades de crecimiento, es decir, que se fomente la generación de empresas y el fortalecimiento de nuestra economía interna.
¿Hay voluntad del gobierno para revisar estas particularidades?
Hay una visión que se reflejó en la reforma en las que tenemos coincidencias y diferencias, pero hay voluntad de analizar y que trabajemos en conjunto; que eso nos lleve a una reforma fiscal, todavía no lo puedo asegurar, pero la voluntad del diálogo nunca la hemos interrumpido.
¿Es buena la relación de la iniciativa privada con el gobierno?
La relación siempre tiene que ser de respeto, de constante diálogo y en el conocimiento de que cada quien haga su parte, y así es la relación de la iniciativa privada con este gobierno, como lo ha sido con otros. Podemos tener diferencias, pero hay madurez para discutirlas y asimilarlas. Evidentemente en materia fiscal tuvimos nuestras diferencias; hoy tenemos una ley, hay que vivirla, hay que ver sus efectos y empecemos a analizar cómo corregirlos para tener una mejor economía. La relación es extraordinaria, y no necesitamos coincidir en todo.
Infraestructura, la clave
Juan Pablo Castañón hace énfasis en la necesidad de acelerar la inversión en infraestructura. Para el presidente de la Coparmex, las reformas estructurales son clave, pero no darán resultados inmediatos, por lo que es necesario impulsar otras medidas. Lamenta el bajo crecimiento de la economía mexicana y confía en que el segundo semestre haya una recuperación que marque tendencia hacia 2015.
“El chispazo para retomar el crecimiento es el gasto público en infraestructura. Las leyes secundarias darían un signo de confianza a la inversión internacional, pero lo que más puede detonar son las licitaciones para puertos, aeropuertos, carreteras… Que se den los anticipos, que empiece la compra a proveedores y se genere un círculo virtuoso”.
Castañón destaca la importancia del plan de infraestructura que presentó el gobierno federal, pero señala que el gasto público debe ejecutarse para concretar ese programa lo más pronto posible.
“El gasto corriente ya fluye adecuadamente, y los cajones para el gasto en infraestructura ya están asignados, pero ahora falta que abran el cajón del otro lado y puedan sacar los recursos para aterrizarlos en un proyecto.”
Reconoce el riesgo de que con las reformas, en particular la energética, se fomente la la proveeduría del exterior, por lo que pide una regulación favorable para las empresas mexicanas.
El gran reto que tenemos con las leyes secundarias es que no pasemos de un monopolio estatal a un oligopolio multinacional. Estamos insistiendo mucho en que los legisladores le pongan énfasis al contenido nacional. Incluso proponemos una Dirección General de Contenido Nacional en la Secretaría de Economía para que le dé seguimiento a las licitaciones y que haya una obligatoriedad de contenido nacional.
Castañón destacó que las secretarías de Hacienda y Economía trabajan en un programa para que las pequeñas empresas puedan contratar fianzas, lograr liquidez y participar en los concursos, para lo que también es clave la participación de la banca de desarrollo.
“Si crecemos 4% en los dos últimos trimestres será nuestro piso para un crecimiento mayor en 2015, pasar del bache a una tendencia positiva. En ese momento estamos, esperando el chispazo económico”