Uno de los aspectos que revelan el sentir de los agentes en una economía es el comportamiento del financiamiento.
Cuando existe una buena perspectiva sobre la marcha futura de la economía, las empresas toman nuevos créditos para enfrentar un potencial crecimiento de sus negocios. En cambio, cuando las perspectivas no son muy halagüeñas, los datos sobre nuevos créditos entre las compañías se estancan o, incluso, se contraen. Dado que en este escenario sus negocios tienen perspectivas de menores ventas, no tendrían razones suficientes como para asumir nuevos créditos para nuevas inversiones y mucho menos para enfrentar los gastos corrientes.
En México está ocurriendo exactamente esto segundo. Según el reporte más reciente que dio a conocer el Banco de México sobre la evolución del financiamiento a las empresas durante el primer trimestre del año, en general éstas decidieron usar menos crédito que en el trimestre anterior. Esta situación del crédito se acompaña de la baja confianza del consumidor vista en los últimos meses y se refleja en un menor dinamismo del consumo.
Hay un par de datos relevantes en esta encuesta del Banco de México que confirman lo anterior.
El primero es que el porcentaje de las compañías que solicitaron nuevos créditos bancarios cayó de 23% en el último trimestre del año pasado, a 21.5% para el periodo enero-marzo de 2014; el peor nivel en los últimos dos años.
Y el segundo es que las empresas que contaban con un crédito bancario al inicio del primer trimestre de este año fue 44.8% del total, un nivel menor que 47.5% del último trimestre de 2013.
Lo que estamos viendo con estas cifras es que la larga atonía en la que ha estado sumida la economía por más de un año, ha desalentado la toma de riesgos entre los empresarios deteniendo la concesión de nuevos créditos. Pero el impacto del estancamiento y de la incertidumbre económica es mucho mayor en las compañías de menor tamaño. Sólo 14.3% de las empresas hasta con 100 empleados ha solicitado nuevos créditos bancarios, mientras que 48.6% de los empresarios ven la situación económica general como el principal factor que los limita a utilizar nuevos créditos bancarios, por encima de los tradicionales factores que en México han limitado el crecimiento del financiamiento bancario como el precio del dinero o los requisitos que imponen los propios bancos para otorgar los créditos.
En voz baja los banqueros reconocen que, efectivamente, los nuevos créditos a los negocios no están marchando como deberían o quisieran y se quejan de que éste es un síntoma atribuible a un estancamiento en la demanda desde el inicio del sexenio y a la desconfianza latente de la capacidad de los políticos para instrumentar eficazmente las reformas.
SÍGALE LA PISTA…
Aquí hemos insistido en la obligación del gobierno de facilitar -por todos los medios- el cumplimiento y el pago de las obligaciones de los contribuyentes. A propósito, un lector nos escribe para denunciar que en el Puente II de Nuevo Laredo sólo es posible pagarle a la autoridad de Aduanas en efectivo o con tarjeta BBVA Bancomer. De no tener estos medios de pago los contribuyentes deben de acudir al cajero más cercano (en el Oxxo a tres cuadras de distancia) a retirar el efectivo a fin de realizar los pagos. Ya es tiempo que los gobiernos del país también caminen al ritmo de la modernización.