Elba Esther Gordillo, otrora conocida como la maestra de la maldad y la perversidad, fue aprehendida y puesta en prisión el 26 de febrero de 2013, como presunta culpable de los delitos de lavado de dinero, delincuencia organizada y defraudación fiscal. A la vuelta de 15 meses, los resultados de esa medida políticamente correcta del presidente Enrique Peña Nieto, no podían haber sido peores para su gobierno, también en términos políticos.

 

Está en la cárcel, con el beneplácito de la sociedad en general, una exlideresa modelo de caciquismo, corrupción y abuso del poder al servicio de sus intereses personales y familiares; una maestra de la maldad y la perversidad. Nadie le escatimó ni le escatima aplausos al presidente de la República que se atrevió a derrumbar el nefasto imperio sindical que la señora Gordillo había construido con el apoyo de cuatro presidentes: los priistas Carlos Salinas y Ernesto Zedillo, y los panistas Vicente Fox y Felipe Calderón. ¡Bravo!

 

¿Y?

 

Pues nada, que las ganancias políticas fueron nulas para el gobierno de Peña Nieto, apuntan los observadores políticos y documentan: es la hora que la Reforma Educativa no arranca; el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, SNTE, mantiene sin cambios sus viejas prácticas corruptas; un exempleado incondicional de la profesora es el nuevo cacique sindical que no ata ni desata, y se ha vuelto incontrolable la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, CNTE, que trae asoleados a varios estados de la República, y sobre todo al Distrito Federal, cuyos habitantes ya no sienten lo duro sino lo tupido, en medio de marchas y plantones de los profesores que se dicen “disidentes”.

 

Pero eso no es todo, insisten aquellos, porque también se le están descomponiendo las cosas al gobierno federal en el terreno legal de las acusaciones contra Elba Esther.

 

De los tres cargos en contra de ella, dos podrían desaparecer: el lavado de dinero y la delincuencia organizada. Solamente sigue vivito y coleando el presunto delito relativo a la defraudación fiscal.

 

De todas maneras, aunque sea nada más por fraude al fisco, seguirá presa la profesora Gordillo, eso es cierto; pero si también fallan las pruebas en su contra por los otros delitos, entonces habría que preguntar: ¿valió la pena el escándalo político y mediático para obtener resultados tan pobres?

 

AGENDA PREVIA

 

¡Qué ridículas son las quejas de los consejeros del Instituto Nacional Electoral, INE, en relación con los procesos para designar a los consejeros de los estados!

 

“Todos nos presionan, comenzando por los gobernadores”, dicen compungidos y con pujidos, casi al borde del llanto, los muchachos y muchachas encabezados por su presidente Lorenzo Córdova Vianello. “También nos presionan los partidos, los académicos y hasta los medios”, rematan adoloridos.

 

Y las preguntas se imponen: ¿Pues qué esperaban? ¿Acaso en la reciente designación de ellos, los consejeros nacionales, no hubo presiones, intereses en juego, cabildeos duros y rudos, así como  todo tipo de truchimanerías? ¿Pretenden Córdova y el resto de la INE-Troupe que alguien los compadezca por el sacrificado y mal pagado trabajo que realizan?

En lugar de andar luciéndose como plañideras, los inocentes consejeros y consejeras están obligados a ser más precisos -y valientes- para denunciar con todas sus letras, con nombres y apellidos: Nos presiona fulano gobernador del estado zutano para que se designe como consejero a mengano. Y lo mismo cuando las presiones provengan de los partidos políticos, del ámbito académico, de los medios o de otras personas y sectores.

El único comentario posible ante las blandenguerías de la mencionada INE-Troupe es dedicarles una “martiniana” -patentada por Alejandro Martí-: ¡Si no pueden, renuncien! ¿Renunciar a los sueldazos de torero? Ni locos.

 

Por el camino de los acuerdos, antes de julio el pleno de la Cámara de Diputados discutirá los dictámenes de las leyes reglamentarias de la reforma energética, confía el coordinador del grupo parlamentario del PRI, Manlio Fabio Bletrones. Los debates en comisiones y en el Pleno serán transparentes y públicos, al igual que los de otras reformas indispensables para impulsar el crecimiento económico, la competitividad y la generación de empleos bien remunerados, agregó. ¡Que así sea!