A 13 días del partido inicial del Mundial de fútbol 2014, el científico brasileño Miguel Nicolelis tiene todo listo para mostrarle al mundo la funcionalidad de la tecnología que desarrolló y que permitirá a un parapléjico hacer el saque de honor en el partido Brasil-Croacia en Sao Paulo.
El sistema de interacción por señales del cerebro entre parapléjicos y un complejo exoesqueleto acoplado al paciente fue probado con éxito en las últimas semanas en Sao Paulo y el jueves, tras la última prueba clínica, quedó listo para ser exhibido en un evento que promete un récord de audiencia de televisión en el mundo, según su responsable.
El inédito proyecto, conocido como “Walk Again” (Andar de nuevo), forma parte del desarrollo de una nueva tecnología de movilidad, la neurorehabilitación, que permite a la mente mandar señales a una vestimenta robótica conocida como exoesqueleto.
Hasta ahora fueron 17 meses de trabajo concentrado en un laboratorio con ocho voluntarios escogidos por sus “parámetros médicos” y que proseguirán en los próximos pasos del proyecto.
Pero… ¿qué es el exoesqueleto?
De manera opuesta al esqueleto humano normal, el cual sostiene el cuerpo desde adentro, un exoesqueleto sostiene al cuerpo desde afuera. Los exoesqueletos usualmente son diseñados para permitir caminar o aumentar la fuerza y resistencia a las personas con desordenes de movilidad.
El exoesqueleto está compuesto por diferentes elementos:
Marco: debe poder sostener el cuerpo en su lugar de una manera segura sin el riesgo que quien lo usa se caiga.
Baterías: Deben poder hacer funcionar el exoesqueleto la mayor parte del día o ser fáciles de reemplazar.
Sensores: Estos capturan la información sobre como el usuario desea moverse. Los sensores pueden ser manuales, como una palanca, o pueden ser eléctricos y detectar los impulsos fisiológicos generados por el cuerpo.
Controlador: Actúa como el cerebro del dispositivo, el controlador es una computadora a bordo la cual toma la información capturada por los sensores y controla a los actuadores.
Actuadores: Si el marco es como los huesos del cuerpo y el controlador el cerebro, entonces los actuadores son como los músculos que ejercen el movimiento. Los actuadores son usualmente motores eléctricos o hidráulicos.
Control de Balance y Paso: La mayoría de los exoesqueletos actuales no ofrecen control de balance o paso. Los exoesqueletos actuales requieren que el usuario tenga suficiente fuerza de la parte superior del cuerpo para que el exoesqueleto y el usuario no se caigan. El balance de los exoesqueletos actuales es usualmente controlado con el uso de muletas.
Algunos fabricantes son:
Argo Medical Technologies, de origen israelí, fabrica el ReWalk, basado en sensores de movimiento; pesa 18 kilos y se puede usar hasta ocho horas contínuas al día.
eLEGS es fabicado por Berkeley Bionics en California, Estados Unidos, y funciona por medio de sensores de fuerza y movimiento; pesa 20 kilos y la vida de la batería es de más de seis horas.
En Japón, Cyberdyne fabrica el exoesqueleto HAL que usa sensores adjuntos a la piel de quien lo usa para leer los impulsos eléctricos de los nervios; pesa 15 kilos y se puede usar cinco horas.
En Nueva Zelanda, Rex Bionics crea el Rex que está controlado por una palanca, no por “sensores”; pesa 39 kilos y la duración de la batería es de dos horas.
México ya cuenta con un exoesqueleto
En diciembre del año pasado, el Centro de Evaluación y Rehabilitación Biónica y Robótica (Cerebro) presentó en México el ekso bionics o exoesqueleto, el cual es un aparato de apoyo para simplificar, aumentar o mejorar la calidad de vida de personas con impedimentos o discapacidades motrices en la marcha.
Marco Antonio Ireta, terapeuta de ese centro, indicó que el uso de esta prótesis corporal está recomendada para quienes presentan debilidad de extremidades inferiores o parálisis resultante de una lesión de la médula espinal con deficiencia motora completa C7 o menor.
Entre las características físicas que deben tener los candidatos al uso de este aparato están: una estatura mínima de 1.60 metros y máxima de 1.90 metros, pesar máximo 100 kilogramos y tener cerca del rango normal de movimiento en las caderas, las rodillas y tobillos.
El único exoesqueleto que existe en América Latina se encuentra en Cerebro y la primera paciente en usarlo es Laura Ramírez, de 29 años de edad, quien tres años atrás tuvo un accidente vial y resultó con lesión medular completa.
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