Las reformas estructurales que hoy se discuten en el Congreso de la Unión excluyeron a los pueblos indígenas, grupo que representa un poco más del 20% del total de la población en el país, consideró el diputado federal Carlos de Jesús Alejandro, secretario de la comisión de Asuntos indígenas, en entrevista con 24 HORAS.

 

Explicó que las reformas en temas como el fiscal, energético, telecomunicaciones y política electoral “no benefician en nada” a las comunidades.

 

Recordó, sobre la reforma energética, que el 90% del territorio indígena estará concesionado, en el mejor de los casos, a empresas trasnacionales para explotar recursos estratégicos nacionales.

 

En el peor de los casos, aseguró, “expropiará el gobierno las tierras con pagos ridículos para los habitantes de las comunidades”, lo que provocará “una desfragmentación de las comunidades en su tejido social y en su composición cultural, al ser prácticamente expulsadas de los territorios, que por años los han ocupado”.

 

“Si bien los inversionistas son dueños del capital, nosotros somos dueños de la tierra y el territorio los hemos cuidado, y ahí hemos estado asentados milenariamente”, aseguró el legislador federal perredista, quien también posee una Maestría en Desarrollo Rural por la UAM y un Diplomado sobre Pueblos Indígenas y Desarrollo por el Insitituto Nacional Indigenista.

 

“El Estado mexicano tiene el derecho de expropiar los territorios de interés nacional, pero ¿acaso nosotros, los indígenas, no somos de interés nacional, para que seamos desplazados sin una participación plena de los beneficios que traerá consigo la exploración y la explotación?”, cuestionó.

 

En el apartado fiscal, el secretario de la comisión de Asuntos indígenas reflexionó que en Canadá y en Estados Unidos existe un padrón de indígenas, quienes reciben el cobijo directo del Estado, que les otorga un carnet especial nacional para que queden exentos del pago de impuestos.

 

“En México no hay una sola clausula para beneficiar a nuestros hermanos indígenas, con un sistema como este, el de Canadá y los Estados Unidos, podríamos tener beneficios directos para nuestros pueblos para generar bienestar”.

 

En materia de telecomunicaciones “el Estado mexicano tiene que garantizar recursos para generar permisionarias, facilitar recursos, mecanismos y ofrecer televisión y radio indígenas, para garantizar medios de comunicación que reafirmen la multiplicidad de culturas, lenguas y etnias del país; pero no prosperó”.

 

También puso en duda la reforma política: “nos dejaron fuera, ni siquiera nos dieron la oportunidad de que hubiera una representación indígena en los Partidos políticos”.

 

“Hubiera sido significativo, y de justicia para los pueblos indígenas que en todas estas reformas estructurales de gran calado estuvieran reconocidos, de forma transversal, los derechos de los pueblos indígenas en México”.

 

“El presidente Enrique Peña Nieto aún tiene la oportunidad de refrendar una deuda histórica que mantiene el Estado mexicano con las comunidades indígenas en nuestro país. Esperemos que recapacite”, concluyó.