Keith B. Alexander dice: “Es fácil de provocar la emoción del público diciendo: ellos están escuchando sus llamadas telefónicas. Están leyendo sus correos electrónicos. Y la respuesta es, si están haciendo eso, ellos deben ser castigados”.

 

Mattathias Schwartz, de la revista The New Yorker, platicó hace unas semanas con Alexander, quien se retiró en marzo pasado, después de ser ocho años el director de la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos, NSA, por sus siglas en inglés.

 

Schwartz logró hablar con el hombre detrás de muchos de los secretos que Edward Snowden reveló. La respuesta del ex jefe de los espías y hackers de Estados Unidos es que todos los programas que lleva a cabo la NSA son necesarios para proteger a su nación de ataques terroristas.

 

“Realmente estoy preocupado, algo malo va a suceder”, advierte Alexander. “Creo que la gente tiene que saber que estamos en mayor riesgo, hay mucho más por venir”.

 

Mattathias le recuerda al ex jefe de la NSA que el presidente Barack Obama dijo que su programa de metadata frustró 54 atentados terroristas, mientras que el senador Patrick Leahy dijo que en realidad cero. “Hay una gran diferencia entre 54 y cero”, le dijo el escritor de The New Yorker.

 

Alexander dice que esos 54 eventos eran atentados y estrategias de financiamiento, es decir, gente entregando dinero para ir y realizar un ataque.

 

“Yo estaba tratando de pensar en la mejor manera de ilustrar lo que la gente de inteligencia están tratando de hacer”, dice el jefe de los espías. ”¿Conoces Wheel of Fortune? Se trata de: yo te voy a dar un conjunto de palabras grandes, largas para poner allí . Entonces voy a darte algunas herramientas para adivinar las palabras. Te dan a elegir una vocal o una consonante, una letra. Hay un centenar de letras allí. Vas a decir, no tengo ni idea. OK, entonces usted ha utilizado su primera herramienta de análisis. Lo que los analistas de inteligencia están haciendo es utilizar estas herramientas para construir las letras, para ayudar a entender lo que se trama. Esta es una de esas herramientas. No es la única herramienta. Y, a veces, puede no ser la mejor herramienta. Se desarrolló a partir del 9/11, cuando no teníamos una herramienta que nos ayudara a conectar los puntos entre lo nacional y lo extranjero”.

 

Alexander dice que alrededor del 11 de septiembre de 2001 interceptaron llamadas de algunos de los secuestradores, pero no pudieron ver de dónde exactamente se realizaban. Tipos como Khalid al-Mihdhar, uno de los secuestradores del 11-S vivía en California y estaba haciendo llamadas a personas ligadas a Al Qaeda en Yemen. Pero ellos pensaron que estaba en Oriente Medio. “No teníamos manera de conectar los puntos”. Dice que si regresaran a esa época, le hubieran dicho al FBI que había un tipo planeando un ataque terrorista en San Diego, entonces, es posible que hubieran encontrado a los otros tres grupos que estaban con él.

 

Mattathias le recuerda que la CIA le pudo haber dicho al FBI que al-Mindhar estaba en Estados Unidos. Alexander dice que no todo el mundo estaba viendo la misma fotografía. Es como un rompecabezas y hay muchos rompecabezas a la vez que muchas de las agencias tratan de resolver. Miles al mismo tiempo.

 

“Debes preguntar: ¿cuál es la mejor forma de averiguar dónde están los chicos malos? Debo decirte que ahí está un chico malo. ¿Por dónde iniciarías? Dirás, bueno, necesito saber quién está en su red de amigos, porque existe la posibilidad de que muchos de ellos sean malos también”.

 

La metadata, dice el general, es la forma menos intrusiva y más eficiente de hacer lo anterior.

 

“No quieres traducir millones y millones de llamadas, lo que quieres es tener la más eficiente aproximación”.

 

Dice que ellos están en el camino correcto para defender a su país y que tardarán en hacer que la gente lo entienda, que ahí está el debate.

 

“Ahora vamos hacia adelante. ¿Cómo haces lo suficiente contra los terroristas sin decirles cómo estás haciendo esto? Este es el problema que tengo con una fuga de material clasificado, con lo que Snowden ha hecho. Llevo 40 años haciendo esto. Algunos fueron buenos años”.