MADRID. La abdicación del rey Juan Carlos dará paso al trono a su hijo, el príncipe de Asturias, cuya esposa Letizia Ortiz Rocasolano, se convertirá en reina de España, un papel para el que lleva preparándose más de una década.
Hace doce días que los príncipes de Asturias celebraron el décimo aniversario de su matrimonio, una década de trabajo en la que Letizia Ortiz, de 41 años, no se ha limitado a mantener un perfil de consorte.
La en otro tiempo periodista de televisión Letizia Ortiz Rocasolano se metió de lleno en su nueva misión en cuanto se comprometió con el príncipe, a finales de 2003 y desde entonces no ha parado de formarse, con la reina Sofía como modelo.
Cada vez ha asumido más protagonismo y ha logrado consolidar un espacio propio de trabajo, con actividades en favor de la infancia y la juventud, la educación, la lucha contra las enfermedades penosas y la investigación científica.
Todo ello, sin descuidar los numerosos viajes oficiales y actos públicos compartidos con el príncipe, y siempre pendiente de la educación y la protección de sus hijas, las infantas Leonor y Sofía.
Una de las mayores preocupaciones de la princesa de Asturias ha sido mantener, sin descuidar sus obligaciones institucionales, una vida privada lo más normal posible, junto a su marido, sus hijas y su entorno de familia y amigos.
La princesa estrenó una agenda de trabajo propia en octubre de 2006 con la inauguración del colegio “Príncipes de Asturias”, en la localidad madrileña de Pozuelo de Alarcón.
Dos años antes, en noviembre de 2004, ya había presidido su primer acto oficial en solitario, la inauguración del IX Congreso de Academias Iberoamericanas de la Historia, debido a la ausencia del príncipe, que tuvo que asistir en Abu Dabi a las honras fúnebres del jeque Zayed bin Sultán al-Nahyan.
Pero el acto en el que es más visible su presencia institucional junto a Felipe de Borbón es la entrega de los Premios Príncipe de Asturias, un acontecimiento especial para ambos porque se celebra en Oviedo (norte), ciudad natal de la princesa.
En la última década, los príncipes han recibido juntos a más de 7.200 representantes de todos los sectores de la vida española en 248 audiencias con cobertura informativa y han intervenido en 1.516 actos oficiales.
Asimismo, sólo la agenda propia de Letizia le ha llevado a recibir a más de 2.100 personas en 107 audiencias y asistir a 190 actos oficiales.
La princesa ha contribuido asimismo a consolidar el papel del príncipe Felipe como promotor de los intereses españoles en el extranjero a través de 73 viajes en los que han visitado 38 países de cuatro continentes, sin olvidar las 70 visitas de su esposo a 39 países -incluidas 38 tomas de posesión iberoamericanas- y los dos viajes de doña Letizia a Ginebra para reunirse con expertos de la OMS.
Hace sólo unos días, la presencia de las infantas Leonor -de ocho años- y Sofía -de siete- en su primer acto oficial, junto a sus padres, en la tribuna de una ceremonia militar en la base aérea de San Javier reforzaba la imagen de continuidad institucional de la Corona.
Pero también mostraba, una vez más, la foto de una mujer pendiente de sus hijas y, tal vez ya, consciente de su futuro inminente como reina y madre de la nueva heredera de la Corona.