INDIANAPOLIS. La extraña temporada de los Pacers de Indiana tuvo un final conocido la noche del viernes. Otra humillante derrota en Miami.
Ahora Larry Bird deberá pasar todas sus vacaciones intentando averiguar qué salió mal y qué debe ser arreglado para finalmente vencer al Heat en la postemporada.
“Debemos llegar al receso entre temporadas con la mentalidad de que nos vamos a recargar. Tenemos un núcleo, un sistema, una cultura que nos dará una buena oportunidad cada año”, dijo el coach Frank Vogel tras la derrota por 25 puntos del viernes que finalizó su temporada. “Tenemos que hacer los ajustes que sean necesarios para volver a estas instancias el año entrante”.
Sin embargo, existen muchas dudas de cara a lo que podría ser un turbulento periodo entre campañas.
¿Volverá Vogel al puesto tras guiar a los Pacers a 42, 49 y 56 triunfos en sus primeras tres campañas completas como entrenador, capturando títulos consecutivos de la División Central, avanzando a las últimas dos finales de conferencia y luego de obtener el primer lugar en el Este por apenas la tercera ocasión en la historia de la franquicia?
¿Extenderán los Pacers el contrato del base agente libre Lance Stephenson, su catalizador de 23 años, cuyo extraño comportamiento resultó una distracción mayúscula durante las finales de la Conferencia del Este?
¿Podría Roy Hibbert estar en camino al canje luego de sufrir durante la inconsistente segunda mitad de temporada de los Pacers y prácticamente desapareciendo por momentos a lo largo de los playoffs?
¿Realizará Larry Bird más cambios para seguir con la tendencia de la NBA de alargar la cancha, agregar encestadores o reconstruir nuevamente su banca?
¿O es simplemente que los Pacers necesitan más tiempo para madurar?
Incluso cuando esas preguntas no serán respondidas en meses, hay algo claro: Deben encontrar la forma de superar a Miami luego de tres eliminaciones en fila a manos del Heat, las últimas dos a un paso de las Finales de la NBA.
Bird pasó el verano pasado reconstruyendo su banca, e Indiana respondió con un inicio de temporada de 33-7, el mejor de la NBA.
Pero tras adquirir a Andrew Bynum en febrero y cambiar a Danny Granger por Evan Turner en la fecha límite para canjes, los Pacers entraron en un bache en la segunda mitad, en la que lucieron desencajados y desinteresados. El dos veces jugador del Juego de Estrellas, Paul George reconoció el viernes que los Pacers parecían toparse con pared y pensaron que podrían revertir la tendencia cuando así lo necesitaran.
Y de alguna forma, se las ingeniaron para terminar con la mejor marca en el Este.
“No sé lo que nos depare el futuro”, dijo el alero David West. “Obviamente todo empieza y termina con el Heat de Miami. Necesitamos ser un equipo que pueda superar una complicada campaña regular, pero de preferencia que sea capaz de vencer a Miami para avanzar a las Finales”. AP