Cuando el público europeo entra a una sala de conciertos es muy analítico con el artista que está parado sobre el escenario, tanto, que pareciera que entraron a una intervención quirúrgica. En cambio en México, cuando la música les llega, se desbordan las pasiones. Da la impresión de que es el único país con esa intensidad al momento de disfrutar la música.
Así define al público mexicano el cantante y compositor español Nacho Vegas, quien mañana presentará en Teatro Estudio Cavaret de Guadalajara y el 6 de junio en el Teatro Metropólitan su nuevo y sexto disco de estudio Resucitación, un material que salió a la venta desde el 8 de abril pasado bajo el sello de Terrícolas Imbéciles y que es promocionado con una gira que arrancó el 10 de mayo en Bilbao.
Las letras de Vegas siempre se han caracterizado por reflejar los cambios políticos y sociales que se viven en su entorno y esta vez no fue la excepción, pues en Resucitación continúa con esa crítica hacia quienes están y ejercen el poder en su país.
“No hay una intención de adoctrinar o lanzar mensajes, pero si hay tintes de una música política, es algo ineludible porque tengo un compromiso político importante. Yo milito en la izquierda y en un anticapitalismo. Recojo el sentir de lo que está ocurriendo y de los nuevos movimientos y las nuevas vías de los movimientos sociales en España. Hay gente que consigue cosas valiosas o centros sociales que son agentes importantes con una mentalidad cultural y social. Todos ellos también sufren con las multas y desalojos. Sus discursos son alternativas ciudadanas a las que me siento cercano y que están presentes en algunas canciones”.
“Hay colaboraciones muy especiales de gente cercana. En este disco había temas que apelaban un poco a la colectividad y a ese sentimiento de celebración que tiene la popularidad. De ser posible me llevaría a todos para las presentaciones, pero es imposible”.
Como autor de todas las canciones, Vegas cuenta que las canciones que compone casi siempre nacen de un chispazo de algo que vio, escuchó o leyó en otro sitio.
“Las canciones son de mi autoría, pero siempre me inspiro en hecho que suceden en mi contexto. Por ejemplo: Runrún es una pieza que nació de una frase que tomé prestada del Patio Maravillas que tiene que ver con el racismo que se vive en Madrid donde la policía antes detenía a inmigrantes que iban por la calle”.
Para los conciertos en México Nacho dijo que intentará poner un repertorio extenso donde puedan tocar canciones del nuevo disco y también de sus obras pasadas. “Será un show mucho más largo, intentamos cambiar el repertorio en cada lugar. Para México quiero que sea muy especial”.