Mientras unos se preparan para el gozo, otros rezan por no quedarse atorados y sin equipos en el pozo. Mañana arranca el Draft del futbol mexicano, en Cancún Quintana Roo, y con él, el suplicio de varios elementos por encontrar acomodo en algún equipo que encuentre utilidad en varios futbolistas que tendrán que ver la Copa del Mundo por televisión, lejos del glamour que envuelve a los seleccionados nacionales.

 

Es la problemática de cada año, con clubes que llegan a cerrar operaciones prácticamente hechas; de pocas sorpresas; si no, nada más ver que las bombas ya tienen algunas semanas que estallaron: Oribe Peralta pasó de Santos a América, Adrián Aldrete de América a Santos, Ángel Reyna, de Veracruz a Chivas, así como Fernando Arce, quien dejó a Xolos; sin olvidar a Juan Carlos Medina, de las Águilas al Atlas y Cuauhtémoc Blanco, quien llegó a Puebla.

 

Otros cambios están en tratos previos, como es el intercambio que planean el campeón León y Pumas, los capitalinos mandaría a Martín Bravo a los Panzas verdes a cambio de Matías Brito.

 

Es la costumbre de un Draft, en el que cada año el número de operaciones cada vez es menor. Un draft de confirmaciones, como las de Edgar Castillo quien dejará Tijuana para vestirse de rojinegro, o el de Marc Crosas quien dejó a Santos para ser de la U de G, y ni hablar de la llegada de Aldo Leao a Monarcas.

 

Entre las especulaciones no hay grandes estrellas, si acaso el interés de Tigres para que Hérculez Gómez (de Xolos) juegue en el Volcán a partir de la próxima temporada. Aquivaldo interesa a Jaguares y Pachuca. Luis Michel, al Puebla, aunque las posibilidades de los camoteros pasan porque el jugador no acepte en Chivas, equipo dueño de sus derechos, luchar por la titularidad, y prefiera llegar a los Camoteros donde sí sería indiscutible en el arco.

 

Draft, mercado de piernas, futbol de estufa… de futbolistas que ruegan por no quedarse sin jugar… la Copa del Mundo es un tema lejano que verán por televisión.