EL CAIRO. El Gobierno egipcio estudia implantar un nuevo sistema para vigilar las redes sociales, lo que ha despertado fuertes críticas entre los activistas, que denuncian que es un intento de acabar con las voces disidentes.

 

Ante la controversia, un vocero del Ministerio del Interior aseguró que ese programa evalúa los riesgos de seguridad y no restringe libertades o interfiere en la privacidad de los usuarios.

 

Sin embargo, los internautas temen que ese mayor control de Facebook y Twitter puede tener como objetivo a los que vierten críticas contra las autoridades, ya que las redes sociales se han convertido en espacios muy utilizados para bromear e insultar al exjefe del Ejército y futuro presidente Abdelfatah al Sisi.

 

El Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ) denunció en un comunicado que el sistema, además de buscar pruebas de actividad criminal, va a vigilar los comentarios insultantes o la convocatoria de manifestaciones y acampadas.

 

“El gobierno iza la bandera de la lucha contra el terrorismo, pero las señales apuntan a una ofensiva más amplia contra la disidencia política en las redes sociales”, dijo el coordinador para Oriente Medio del CPJ, Sherif Mansur.

 

El vocero de Interior explicó que ese sistema es usado en otros países europeos y que las autoridades están ahora analizando varias ofertas presentadas por compañías extranjeras y locales para elegir la más adecuada.

 

En la misma línea, el ministro egipcio del Interior, Mohamed Ibrahim, consideró que el objetivo es evaluar y detectar los riesgos terroristas, y que el programa “no se contrapone en absoluto con las libertades y la privacidad”, según publicó ayer la prensa local.

 

Interior usa desde hace tiempo otros medios para vigilar las redes sociales, y ha detenido en los últimos meses a algunos sospechosos de incitar a la violencia en internet o convocar protestas.

 

Facebook y Twitter fueron herramientas fundamentales en el comienzo de la revolución de 2011, que depuso a Hosni Mubarak, así como en la organización de manifestaciones posteriores.