MADRID. El Príncipe de Asturias, que el 18 de junio próximo previsiblemente será proclamado rey Felipe VI, aludió a la sucesión monárquica en un discurso que pronunció en la entrega de unos premios, acto en el que estuvo acompañado de su esposa, la princesa Letizia, futura reina de España.
“En periodos de dificultades como los que atravesamos”, la experiencia de tiempos pasados “nos enseña que solo uniendo nuestros afanes, anteponiendo el bien común a los intereses particulares e impulsando la iniciativa, la investigación y la creatividad de cada persona lograremos avanzar hacia escenarios mejores”, dijo el príncipe al referirse a la crisis económica en España.
El futuro jefe de Estado español presidió en el Monasterio de San Salvador de Leyrela el acto de entrega del Premio Príncipe de Viana -otro de sus títulos-, que recayó en el historiador Tarsicio de Azcona, pseudónimo con el que el nonagenario sacerdote Jesús Morrás Santamaría ha llevado a cabo una dilatada labor de investigador, especialista en historia de la Iglesia.
Este primer discurso del príncipe tras el anuncio de abdicación hecho el lunes por su padre, fue recibido con fuertes aplausos por parte de los más de 200 asistentes al acto puestos en pie, a los que Felipe de Borbón respondió con gestos de gratitud y visiblemente emocionado.
Al igual que su hijo, el rey Juan Carlos cumplió su agenda y presidió una reunión con alrededor de 300 empresarios españoles, que le rindieron homenaje con prolongadas ovaciones, que agradeció visiblemente emocionado.
“Muchas gracias, os lo digo de corazón y agradecimiento, muchas gracias por vuestra labor, seguid adelante, yo estaré siempre al lado vuestro”, declaró el rey, después de escuchar durante varios minutos la larga ovación que, puestos en pie, le dedicaron los empresarios al acabar la ceremonia.
En el discurso con el que cerró el acto de entrega del I Premio Reino de España a la Trayectoria empresarial, que recayó en Enrique de Sendagorta Aramburu, fundador de la empresa de ingeniería Sener, el monarca declaró que durante sus 39 años de reinado ha puesto todo su “empeño” en “apoyar el mayor progreso económico” de España.
“El mayor servicio que los empresarios realizan a favor del conjunto de la sociedad, asumiendo riesgos y dificultades, se concreta en la generación de puestos de trabajo y en la creación de riqueza”, aseveró.
Desde Portugal, el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, aseguró Portugal, que no tiene “la más mínima duda” de que el partido socialista (PSOE) -la mayor fuerza de la oposición- dará su apoyo a la ley y elogió al líder socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, por su actitud “seria, ejemplar y con sentido de Estado”.
Rajoy respondió así a preguntas de los periodistas sobre algunos dirigentes socialistas que, tras la abdicación del rey Juan Carlos, defienden un referéndum para decidir entre monarquía o república.
Por su parte, el presidente de Cataluña, Artur Mas, y su socio en su formación política CiU, Josep Antoni Duran Lleida, acordaron que su partido se abstenga en votación de la ley de abdicación, aunque han deseado “aciertos y éxitos” al príncipe Felipe como nuevo rey de España.