RÍO DE JANEIRO. La comida en Río de Janeiro ha hecho saltar a más de uno en las últimas horas, luego de que se a incrementado el arribo de turistas que asisten a Mundial. Una hamburguesa se vende en diez dólares, unos 193 pesos, mientras que una pizza de pepperoni alcanza los 35 dólares, unos 450 pesos.

 

En tanto, una caipirinha se vende en 10 dólares es decir unos 128 pesos.

 

Los altos precios de dan por una combinación de altos impuestos y tarifas de importación, una mala infraestructura, una buena dosis de ineficacia y una enorme burocracia.

 

“Es normal que la demanda que produce un evento como la Copa Mundial genere un aumento de precios, los turistas deben prepararse para pagar fortunas y no sorprenderse si reciben bienes o servicios de mala calidad”, expresó Rafael Alcadipani, profesor de administración de empresas en la Fundación Getulio Vargas.

 

“Todo lo que compre en Brasil le va a costar más que en Estados Unidos o en Europa, pero la calidad va a ser inferior, añadió Alcadipani.

 

En los últimos días lo precios en todo Brasil, no solo en las 12 ciudades mundialistas, se han duplicado.

 

Brasil trata de proteger las industrias locales cobrando altas tarifas a casi todos los bienes importados. (AP)