FOXBORO, Massachusetts.- México dio un salto cuantitativo importante, y de todas formas perdió. Se descuidaron en la última jugada del partido, en una de esas a balón parado de las que presumió Miguel Herrera haber controlado ante Bosnia Herzegovina, y le cayó el gol de la derrota. Un tiro libre que cobró Joao Mountinho y que cabeceó Bruno Alves, en una jugada prefabricada, significó el 1-0.
La verdad es que Portugal poco hizo hasta ese momento. Independientemente de que Portugal debería preocuparte por la poca pegada que tiene sin su estrella Cristiano Ronaldo, México enseñó el orgullo herido tras la andanada de críticas. Dominaron y tuvieron las mejores oportunidades, pero no anotaron.
Fue un cambio dramático con respecto a la actuación frente a Bosnia Herzegovina. Claro, este es un equipo que no marca igual, que pretender construir su futbol y no está enfocado a destruir el del rival. Eso permitió que los jugadores mexicanos pudieran ensayar mejor su trabajo al ataque, tiraran más de media distancia, labor en la que se destacó Andrés Guardado, y también Miguel Layún, que tiene un lugar en el once titular más que claro.
¿Qué va a hacer ahora Miguel Herrera? Se atreverá a cambiar lo que trabajó en la mayoría de partidos anteriores? Porque está claro que sin Carlos Peña el equipo de vio más sólido y mejor. Fuerte en la recuperación del balón, con un notable cambio en el porcentaje de balones perdidos al ataque y con personalidad ante un rival de jerarquía mundial.
La duda le va a quedar al ataque. Javier Hernández sigue sin encontrar el gol. Qué bien le hubiera venido llegar al Mundial con uno acariciando la red. Pero, cuando entró el equipo se vio más cerca de la anotación. Es un jugador que se distingue y que pone nerviosas a las defensas rivales. Giovani hizo desfiguros con la defensa rival, pero no en el área que hubiera significado la diferencia. Hasta se dio el lujo de dejarle un gol hecho a Pulido, que no supo concretar.
Y aunque suene a blasfemia pero ¿por qué Oribe Peralta tiene seguro su lugar? No es que se haya vista tampoco muy preligroso últimamente.
Fue de llamar la atención lo bien que le vienen los dos carrileros correlones del piojo al equipo. Layún y Paul Aguilar fueron los guardianes de las espaldas de la central talentosa, fuerte y experimentada, pero lenta. Cuando Rafa o el Maza quedaron superados, salieron Layún o Aguilar a cortar el peligro.
Hasta Aquino tuvo un rato, para sacudirse la modorra por el jetlag, entrando a sustituir al imprescindible Héctor Herrera.
Y bueno, aunque no fue exactamente una “marranada”, el Piojo Herrera se guardó el hecho de que en el segundo tiempo iba a meter a jugar a Guillermo Ochoa, en lugar de Jesús Corona. Así que la novela va a seguir y no sabremos quién será el titular del arco mexicano hasta el silbatazo final ante Camerún el próximo 13 de junio.