No es la típica modelo de medidas perfectas, 60- 90-60. Desafió los estereotipos de belleza establecidos. Con su enfermedad, estrabismo, enfrentó lo que para muchos sería un complejo. Moffy, revolucionó el mercado de la moda.
Lo atípico de su belleza genera atención. Por eso, la modelo británica nunca ha querido operarse. “Cuando alcancé la edad para decidir si operarme o no, me di cuenta de que si lo hacía, me estaría traicionando a mí misma”, admitió a una publicación de The Thelegraph.
Gracias a su éxito, la agencia de modelos Strom, misma que descubrió a Kate Moss, la incorporó a sus filas con el fin de ayudarle a dar un salto internacional. Lejos de la extrañeza de su mirada, la joven tiene personalidad, aseguró Tyrone Leblon, fotógrafo de las primeras imágenes de Moffy.
La industria de la moda ha cambiado, ya integra nuevas formas de belleza. Esta modelo británica es un referente de esta apertura. Rareza más que perfección, actitud más que belleza, las características de Moffy.